Son muchas las profesiones en las que los trabajadores tienen la voz como herramienta de trabajo; profesores, locutores, teleoperadores, comerciales, azafatas, asesores, camareros, servicio de atención al público, guías turísticos, sindicalistas (imaginad una asamblea) y un largo etcétera. Se ha llegado a calcular que el porcentaje de trabajadores que dependen de su voz puede alcanzar hasta un tercio de la población laboral total de un país. Aquí te exponemos algunos trucos que pueden ayudar a cuidar tu voz: 1. Evita los tres enemigos. El ruido ambiental (no intentes competir con él, perderás siempre), el tabaco (más de cinco pitillos al día provocan cambios en la mucosa que protege las cuerdas vocales) y el alcohol son un triunvirato capaz de acabar con la mejor voz. 2. No te fuerces. Cada persona tiene una capacidad de resistencia al habla distinta. Si sobrepasas tus límites, te quedarás afónica. Ten en cuenta que solo puedes hablar unas cuatro horas al día y que no deberías hacerlo agotando todo el aire de los pulmones ni elevando el tono de voz. ¿Cómo saber si te estás forzando? Fácil, al hablar, te faltará el aliento. 3. Bebe. Las cuerdas vocales necesitan estar bien lubricadas para poder vibrar de forma efi ciente. La mejor lubricación se logra bebiendo de 1,5 a 2 litros de agua diarios. Otro factor que afecta a su buen estado es permanecer en un ambiente seco (el aire acondicionado es su peor enemigo) y la ingesta de algunos medicamentos, como los antihistamínicos, los antidepresivos y algunos antihipertensivos. 4. No carraspees. La manera más segura y efi ciente de aclarar la garganta no es ni mucho menos ponerse a toser, sino respirar profundamente, manteniendo la respiración por un momento, y produciendo una “A” silenciosa y forzada mientras se exhala el aire. 5. Desestrésate. Dormir menos de seis horas predispone a las lesiones. Los gritos pueden producir daños como hemorragias o traumatismos que acaben en nódulos. Y la tensión psicológica aumenta la contracción de las cuerdas. Conclusión: relájate. Los desórdenes de las cuerdas vocales son a menudo causados por el abuso o mal uso de las cuerdas vocales. Algunos de los síntomas de las alteraciones de la voz se corresponden con: cambios en el tono, ronquera, falta de intensidad, tos, escozor, quemazón, tensión o esfuerzo excesivo, falta de aire al hablar dolor en la zona faringo-traqueal, fatiga de la voz que se agrava después de forzar las cuerdas vocales y se aprecia con carraspeo, picor, etc. Fuente: Mujerdehoy.com
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