Cada año, España podría evitar 1.900 muertes producidas por accidentes en carretera si la asistencia sanitaria fuera la adecuada, según ha declarado el grupo de trabajo Habilidades en la Atención al Paciente con Trauma Grave de la Sociedad Española de Medicina General (SEMG), refiriéndose a los resultados de varios estudios recientes.
Y es que, según Diego Vargas, coordinador de este grupod e trabajo, una pieza fundamental en esta cadena de ayuda al paciente politraumatizado es la formación específica de todo el personal que interviene en su asistencia. Y más aún cuando en España, según señalaron los expertos, las cifras de muertos en las carreteras le sitúan como el segundo estado miembro de la Unión Europea con más fallecimientos por accidentes de tráfico y el sexto en cuanto a cantidad de defunciones por esta causa por cada millón de habitantes.
Por su parte, Francisco Llave, instructor del Plan Nacional de Reanimación Cardiopulmonar (RCP), destacó que la atención al paciente con trauma múltiple en el medio rural se está convirtiendo en “una de las grandes preocupaciones” de los profesionales sanitarios, ya que en España el 58 por ciento de los accidentes de tráfico se produce en carreteras secundarias.
Y explicó que, a pesar de que la sistemática de trabajo a seguir ante un paciente accidentado en una carretera secundaria es la misma que la que se utiliza en grandes áreas urbanas o en autopistas y autovías, el facultativo se encuentra ante una mayor falta de recursos materiales y de personal y “a menudo debe enfrentarse solo a la prestación de asistencia sanitaria”.
Estos expertos se refirieron a datos de estudios que concluían que el 87 por ciento de las muertes se produce en las dos primeras horas tras el accidente, mientras que durante los 10 minutos después del traumatismo sólo es un 10 por ciento, debido principalmente a la destrucción o segregación anatómica de estructuras vitales.
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