Comisiones Obreras consideró accidente laboral en condición de «in itinere» el siniestro de tráfico ocurrido en la tarde del martes en la N-310 (travesía de Villarrobledo), y en el que fallecieron dos de los diez inmigrantes rumanos (un varón de 28 años D.V y una mujer de 31, L.M) que iban en una furgoneta Nissan Vanette, en la que viajaban siete hombres y tres mujeres con edades entre los 19 y los 41 años, todos con domicilio en Albacete.
Además otros siete de los ocupantes resultaron con heridas de diferente consideración, de los cuales cuatro permanecían ayer ingresados; tres en el hospital de Albacete y uno en Alcázar de San. En concreto, en Albacete, están en la Unidad del Servicio de Anestesia una mujer de 30 años con fractura de pelvis y traumatismo y un varón de 36 con fractura de mandíbula y traumatismo torácico severo, mientras que la tercera persona herida es una mujer de 36 personas que está en observación de Urgencias. En Mancha Centro de Alcázar de San Juan, por su parte, está ingresado en la UCI un varón de 30 años con fractura de apófisis transversal lumbar.
En opinión del secretario provincial de Comisiones Obreras en Albacete, Francisco de la Rosa, aunque algunos «lamentablemente ya se habrán precipitado hablando de accidente de tráfico, lo que está claro es que estamos ante trabajadores que venían hacinados en una furgoneta y que después de una jornada que con toda seguridad superaría las ocho horas, iban desde su centro de trabajo a su domicilio o viceversa».
Para añadir a continuación que «no queremos, además, pensar que pueden estar en situación irregular y que carecían de contrato de trabajo, porque si esto fuese así, desde luego, estaríamos ante la realidad palpable de lo que ocurre en el campo albaceteño en particular y en el conjunto de Castilla-la Mancha con el verano».
Una realidad que, en su opinión, no es otra que la siguiente: trabajadores que son trasladados en medios carentes de seguridad a más de 100 ó 200 kilómetros para el desempeño de actividades agrícolas, y todo ello sin que haya relación contractual de por medio y como único domicilio, la carretera o Pansalba.
Hasta este martes el sector agroalimentario había experimentando un crecimiento del 5% en sus índices de accidentalidad por «la desidia de los incumplidores» mientras que, a nivel general, eran siete los accidentes mortales en Albacete, de los cuales dos fueron in itinere; una cifra ésta última a la que habrá que sumar los dos de Villarrobledo.
Ahora lo que toca es averiguar la empresa para la que trabajaban los accidentados y cuál era su situación laboral, si bien, como matizó De la Rosa, «seguramente ningún empresario se va a romper la camisa diciendo que eran sus trabajadores, pero ojalá haya un fiscal que sí se la rompa por intentar buscarle a él o a la empresa intermediaria que actuó».
FORMACION. De la Rosa hizo estas declaraciones en el descanso de un curso de formación a los delegados de prevención laboral en el ámbito agroalimentario y que contó con la asistencia de 70 personas entre manchegos y valencianos. Pero, como concluyó, «la inmensa mayoría de los empresarios de nuestra provincia desconocen la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, e incluso los planes que hay en su empresa», por lo que aprovechó la ocasión para volver a demandar formación para los empresarios y para recordar a los que no cumplen que si hay un accidente mortal en su empresa se exponen a multas millonarias, a años de cárcel e incluso a la inhabilitación para el ejercicio de su actividad profesional.
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