Castellón - El poder curativo del miedo al paro

Durante el pasado año la Seguridad Social registró una media mensual de 14,16 bajas laborales por cada mil trabajadores ocupados. Este promedio sirve para realizar comparaciones reales con el resto de provincias, ya que no tiene en cuenta el batacazo registrado en las listas del paro en Castellón.
Así, el “absentismo” laboral por motivos de enfermedad ha descendido en Castellón un 35,2% desde antes que la crisis económica comenzara a destruir miles de puestos de trabajo en la provincia. La incidencia por cada mil ocupados ha pasado de 21,85 casos mensuales en 2006 a los 14,16 del pasado año.
La media nacional se sitúa en 26,31 bajas laborales por cada mil trabajadores y, aunque son muchas las provincias que están por debajo de esta cifra, Castellón se ha situado como la provincia española donde los trabajadores se cogen menos bajas.
«La causa está clara, es la coyuntura económica actual y, sobre todo, el elevado índice de paro de Castellón lo que ha motivado este descenso. Hay miedo a cogerse la baja», comenta el secretario de Salud Laboral de UGT, Ignacio Pacios. Según explica, en el sector de la construcción esta incidencia «ya bajó en su día». «Ahora es en el sector servicios donde más se está notando el descenso de bajas», dice.
Son menos trabajadores enfermos, pero los que no pueden o no quieren esquivar la baja están más días retirados de sus empleos. En la actualidad, son casi dos meses el tiempo que un trabajador al que le han dado la baja médica tarda en regresar. En 2008 la media se situó en 50 días y 46 en 2007. En 2006, no obstante, fueron 66 días el promedio de duración de una baja laboral.
Pero que el descenso de bajas responda al temor a quedarse sin empleo no es un postura que avalen todos. Mientras unos ven en esta caída de casos la sombra del miedo al desempleo, otros hablan de picaresca o, directamente, de fraude. Este es el caso del presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Javier Gómez Navarro, quien visitó la capital de la Plana para asistir al congreso cerámico de Qualicer celebrado este mes. Durante una rueda de prensa anterior a su ponencia, Gómez Navarro habló de la mejoría de salud de los trabajadores españoles. «La crisis ha hecho bajar el absentismo, quiere decir que la crisis ha hecho que mejoremos en salud. Es decir, claramente había fraude, porque si con la crisis disminuyen las enfermedades te das cuenta de hasta qué punto no hay un sistema de control del absentismo», dijo.
Por ello, entre las medidas para salir de la crisis, señaló la necesidad de modificar el mercado de trabajo «para facilitar el incremento de la productividad en las empresas, actuando sobre la formación y mejorando el absentismo».
Absentismo o enfermedad, lo cierto es que el miedo a perder el trabajo tiene en Castellón una base real. Durante meses, la provincia ha liderado el incremento del paro a nivel nacional. Las listas del Inem han pasado de 16.000 inscritos a 60.000 en cuatro años. Los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) superaron el millar el pasado año. Antes de la crisis no se llegaban a aprobar media decena de expedientes al año.
Sin embargo, para el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Castellón, José Antonio Herranz, la postura es clara. «La baja laboral es un derecho que tienen los ciudadanos y que cuando no pueden trabajar, lógicamente los médicos la otorgan», dijo. Aunque reconoce que «las circunstancias económicas influyen y puede que el trabajador tenga temor» manifestó que «son los facultativos los que, cuando lo estiman necesario, firman una baja laboral bien por enfermedad o porque se necesita un descanso».
Preguntado por si este descenso tan importante de las bajas en Castellón evidencia la existencia de fraudes en años anteriores Herranz lo niega rotundamente. «Ni antes ni ahora hay fraude, es el facultativo el que da la baja y si lo estima necesario lo hace». El presidente del Colegio Oficial de Médicos apunta que este año las enfermedades comunes y las infecciosas como la gripe han descendido bastante «y entonces hay menos bajas». Además, apunta a «la mejora de los servicios de asistencia en Castellón», como otro de los puntos que explican este descenso.
Pero no en todos los ámbitos este índice ha caído. En el lado contrario se sitúan los trabajadores por cuenta propia (autónomos o trabajadores del hogar). En este caso, la incidencia de bajas laborales se ha incrementado ligeramente. El pasado año, el número de bajas por contingencias comunes (enfermedad o un accidente no laboral) se situó en 8,23 casos por cada mil trabajadores. Antes de la crisis la incidencia era de un 7,36.
Finalmente, la Seguridad Social diferencia también las bajas laborales motivadas por contingencias profesionales, es decir, por enfermedad derivada del trabajo o por accidente laboral.
En este caso, la incidencia por cada mil trabajadores es de 2,84 casos y se sitúa también como el índice más bajo del resto de provincias españolas. Hay que recordar que el aumento de inspecciones y el descenso del trabajo ha reducido de forma importante en Castellón la siniestralidad en hora de trabajo.