Un total de 226 trabajadores perdieron la vida en el primer trimestre del año en accidente laboral frente a 296 fallecidos en el mismo periodo de 2002, lo que representa un descenso del 24 por ciento, según anunció hoy el secretario de Estado de la Seguridad Social, Gerardo Camps.
Camps, que adelantó estos datos durante su intervención en el II Foro de Recursos Humanos 2003 organizado por Intereconomía Formación, apuntó que de enero a marzo se registraron 209.453 siniestros con baja, un 8 por ciento menos que en el primer trimestre del ejercicio anterior.
De esta cantidad, 226 accidentes resultaron mortales, 2.827 fueron de carácter grave y 206.400 fueron leves. Los siniestros graves y leves se redujeron un 4,78 por ciento y un 8,2 por ciento, respectivamente, en el primer trimestre con respecto al mismo periodo del año anterior.
Para Camps, la caída en las cifras de siniestralidad refleja que el pacto contra los accidentes laborales que el Gobierno firmó con sindicatos y empresarios el pasado mes de diciembre está empezando “a dar sus primeros frutos”.
Este acuerdo, en fase de desarrollo, contempla una serie de medidas para combatir los siniestros laborales. Entre ellas, el secretario de Estado se refirió al establecimiento de la nueva tarifa de accidentes, cuyos estudios técnicos “está prácticamente finalizados” y que próximamente será objeto de debate con los interlocutores sociales.
Según explicó Camps, con la actual tarifa, que calificó de “vieja y anquilosada”, hay empresarios que pagan menos de lo que deberían y viceversa, por lo que la nueva tarifa hará que cada uno “pague lo que le corresponde”.
En paralelo a esta medida, dijo, se implantará el sistema bonus-malus, primero de forma provisional, a fin de que las empresas que inviertan más en prevención de riesgos laborales abonen menos cotizaciones sociales. “Es un claro incentivo para insistir en la cultura preventiva, porque no basta con la amenaza de sanciones”, subrayó.
Subcontratación no es sinónimo de accidentes
Asimismo, indicó que los agentes sociales trabajan para determinar la forma legislativa con la que se procederá a regular la subcontratación, siendo necesario que se distribuyan las responsabilidades entre la empresa principal y las subcontratas.
En este punto, afirmó que hay que rehuir de “tópicos” como que la temporalidad y la subcontratación son sinónimos de accidentes laborales, puesto que no necesariamente son causa de que éstos se produzcan.
Así, destacó que lo que sí se puede vincular a la siniestralidad es la precariedad laboral, “que es sinónimo de falta de formación” para afrontar los riesgos laborales. Por ello, insistió en la necesidad de “no demonizar” la contratación temporal y aseguró que lo que se debe combatir es la contratación temporal abusiva y en fraude de ley.
En cuanto a las críticas del PSOE a las cifras de contratación temporal que publicó ayer el Inem, Camps cuestionó que sean los socialistas, “reyes de la temporalidad”, los que censuren los datos, y afirmó que sus críticas son “injustificadas”.
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