El sindicato UGT va a constituir en los próximos días un gabinete comarcal de prevención de riesgos laborales mediante el cual pretenden hacer un seguimiento exhaustivo de los accidentes que se produzcan en el ámbito laboral y fiscalizarlos, a la vez que tratarán de dar el mayor cumplimiento posible a la Ley 13/1995 de Prevención de Riesgos Laborales.
El gabinete, cuyos estatutos serán aprobados el 7 de febrero, estará formado por miembros de cada una de las federaciones que integran UGT para crear una imagen a medida del mapa de siniestralidad laboral en todos los sectores, no sólo en construcción o en industria, sino también con otro tipo de enfermedades laborales como infartos, ansiedad o depresión.
Otra de las funciones del gabinete será contabilizar las cifras de accidentados en el ámbito laboral en la comarca, incluyendo el de accidentes de tráfico de trabajadores autónomos que se producen mientras realizan sus labores profesionales. “Hasta ahora los accidentes se denunciaban, pero no se hacía un seguimiento posterior para llegar a las últimas consecuencias, saber qué secuelas ha dejado a las personas. Muchos piensan que estamos en connivencia con las empresas, pero nada más lejos de la realidad”, comentó Manuel Lomo, delegado de UGT.
El secretario comarcal de prevención de riesgos laborales de UGT en la comarca, Manuel Loza Oliva, puso de manifiesto el hecho de que en 2010, en la provincia de Cádiz, se produjeron 14 accidentes laborales mortales dos de los cuáles se produjeron en la comarca, concretamente los sucedidos en La Línea en verano y en la terminal de Maersk en Algeciras hace unos meses. En el 2009 la cifra fue de 12. El responsable sindical añadió que “se ha detectado una menor inversión de algunas empresas en la seguridad y la prevención de los accidentes, ya que, debido a la crisis económica y a la reducción de ganancias, es uno de los puntos donde primero están recortando”.
Loza también advirtió que el hecho de que el número de bajas laborales por accidentes leves haya disminuido en 2010 (16.586 en 2009 frente a 14.522 en el ejercicio anterior), se debe, no a una reducción real de las incidencias, sino a la decisión de más trabajadores de no darse de baja por miedo a ser despedidos.
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