La Inspección de Trabajo levantó acta el 30 de mayo a la empresa de construcción en la que trabajaba el obrero Diego P.L., de 34 años y natural de Conil (Cádiz), que falleció en diciembre de 2002 en una obra de la barriada de la Paz en Cádiz, donde señala que la empresa “no estableció las medidas de protección colectiva ni individuales correctas”.
Según el comunicado remitido por UGT, el obrero se precipitó desde un quinto piso, cuando trabajaba junto a un compañero en un andamio colgante, conocido como bamba, en las labores de pintura de la fachada del edificio. Una ambulancia del 061 lo trasladó al hospital Puerta del Mar, donde falleció poco después a causa de las heridas sufridas.
Las condiciones de seguridad del andamio donde se encontraba en el momento del accidente quedaron reflejadas en una fotografía publicada por un periódico local.
Por eso, el sindicato del Metal, Construcciones y Afines de la UGT denunció por este accidente a la empresa constructora el 19 de enero de este año. Según el comunicado, el sindicato consideró que el andamio sobre el que trabajaba el fallecido se encontraba sin protección colectiva y tenía una línea de vida defectuosa, sin mantenimiento adecuado ni revisión, por lo que se rompió.
Asimismo, denunció que el encargado de la obra no se encontraba dado de alta en la Seguridad Social. Por todo ello, UGT denuncia que este “hecho no es aislado, y las medidas que las empresas tienen que adoptar según la legislación vigente no son implantadas en muchos de los casos o son incorrectas”.
Para concluir, el sindicato denunció la falta de inspectores de trabajo para hacer un seguimiento más estricto en el cumplimiento de las normas de seguridad, “que permitan a los trabajadores ejercer el derecho adquirido a trabajar más seguros”.
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