Uno de los efectos colaterales de la crisis económica es “positivo”. La siniestralidad laboral ha disminuido en la provincia un 35% en el último año según los últimos datos del Ministerio de Trabajo. En el periodo enero-octubre de 2009 se han producido en Burgos 4.669 accidentes cuando en el mismo periodo del ejercicio anterior hubo que lamentar hasta 7.236.
La disminución se ha registrado tanto en los siniestros leves como en los graves. En el caso de los primeros la cifra ha bajado de 7.157 a 4.613 (un 35%). En el de los graves ha caído de 68 a 46 (un 32%). Lamentablemente, los accidentes mortales de este año han sido 10; el ejercicio pasado fueron 11.
La tendencia ha sido similar en toda España. Si en los diez primeros meses del pasado año se produjeron 791.373 siniestros en todo el país, la cifra ha bajado en 2009 a 532.718 (un 32% menos). Los graves disminuyeron en la misma proporción al pasar de 7.510 a 4.463. Y los mortales también, de 936 se ha pasado a 552.
Castilla y León también reproduce el mismo comportamiento que Burgos y España. De los 38.550 accidentes que se registraron de enero a octubre de 2008 se ha pasado a 26.784 (un 30% menos). Los mortales en la Comunidad de Castilla y León se han reducido prácticamente a la mitad. Este año se han producido 40 y el pasado 78.
Por provincias, León es el territorio de la región donde más accidentes se han producido en lo que va de año, un total de 6.095, aunque el año pasado fueron 8.652. La reducción ha alcanzado el 29%. Donde ha experimentado una reducción espectacular esta provincia es en la cifra de muertos en accidente laboral. El año pasado el número produce escalofríos, 26. Este año han sido siete.
Valladolid es la segunda provincia con más accidentes, un total de 5.092, por los 7.926 de 2008 (un 35% menos). La tercera es Burgos y tras ella Salamanca, que ha lamentado en lo que va de ejercicio 3.057 accidentes, un 28% menos. Tras éstas, el resto de provincias registran un número mucho más moderado de accidentes, todas ellas por debajo de los 2.000.
En Palencia, 1.967, un 27% menos que en 2008. En Segovia, 1.754, un 17% menos. Zamora ha registrado 1.670, por los 2.408 de 2008, un 30% menos. En Ávila y Soria se han producido los mismos, 1.240. El año pasado en la primera se lamentaron 1.581 (lo que arroja una reducción del 21%) y en la segunda, 1607 (una disminución del 22%).
La reducción de los accidentes laborales está íntimamente asociada a la crisis económica. El bajón en la actividad de la construcción explica, en parte, la disminución de la siniestralidad. «Se trata de uno de los sectores en los que más accidentes se producen y el hecho de que muchas obras estén paradas y no se hayan iniciado nuevas construcciones es una de las causas por las que la siniestralidad ha bajado», indica César Díez González, técnico del departamento de Prevención de UGT.
Los ERES
Pero no es el único motivo. El bajón en la actividad industrial «ha sido evidente en el último año y muchas empresas han estado funcionando a medio gas». Esta circunstancia se hace patente al observar el número de expedientes de regulación aprobados a lo largo de 2009, un total de 184, por los 52 del pasado ejercicio. «Los trabajadores que forman parte de un ERE siguen dados de alta en la Seguridad Social y computan a la hora de hacer las estadísticas», explica este técnico en prevención.
Para Lina Domínguez, responsable de Prevención de CC OO, «la disminución es lógica teniendo en cuenta que muchas empresas han estado funcionando a un 50% de su capacidad». Muchos trabajadores no han acudido a sus empleos al ser incluidos en expedientes de regulación, «pero es que los que han ido han estado en muchos momentos de brazos cruzados, con lo que el riesgo de accidente se minimiza», agrega.
Además, reconoce Díez González, los trabajadores «están cogiendo menos bajas». Por pequeñas lesiones o accidentes, «están acudiendo a trabajar con el fin de que la baja no sea una excusa para ser despedidos por la empresa». Es más, algunos trabajadores «están exigiendo a los médicos de las mutuas que no les den la baja por este motivo», indica el técnico de Prevención de UGT, quien recuerda que la empresa sí puede echar a un trabajador de baja laboral.
Para los empresarios las cosas no están tan claras. Según la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE), «más que por una actividad productiva menor (que habría que hacer un estudio profundo para poder obtener algún dato aclaratorio al respecto), es que se está empezando a notar (ya desde hace un par de años en los que todavía no estábamos inmersos en esta crisis económica) el esfuerzo que se viene haciendo hace tiempo de concienciación en materia de prevención de riesgos laborales, algo en lo que han tenido que ver las patronales», señala Jimena Pérez, técnico en prevención de la FAE . En su opinión, la labor de asesoría que viene haciendo la FAE desde la entrada en vigor de la Ley del año 95, de sensibilización, información y formación, tanto a empresarios como a trabajadores, «se está notando una cultura preventiva que no existía hace 14 años».
Y pone un ejemplo sencillo. En FAE particularmente se ha notado un giro cultural y un cambio de actitud en los empresarios. «Antes éramos los técnicos de FAE los que teníamos que dar el primer paso y llamar a la empresa para informar y asesorar, para avanzar en esta materia, y en este momento son ellos directamente los que nos requieren para temas de formación, puesta en marcha de las Tarjetas Profesionales del Metal y la Construcción, etc… Y esto está repercutiendo en una disminución en la siniestralidad laboral», concluye.
En FAE, añade, «se va a seguir trabajando para continuar en este camino y que se siga manteniendo esta tendencia, de manera que los accidentes sigan bajando».
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
