Un camión que comenzó a arder al sufrir el reventón de una rueda en el kilómetro 58 de la N-620 causó un incendio que se propagó rápidamente por la zona de Viloría de Rioja. El fuego solo afectó a matorrales y rastrojos, ya que el cereal estaba ya cosechado, y a algunos fardos de paja. A pesar de ello, las condiciones atmosféricas que registraba la zona ayer por la tarde hicieron temer consecuencias más graves.
El suceso se produjo alrededor de las 16.15 horas. En ese momento, un vehículo pesado que transportaba unas enormes bobinas comenzó a arder por causas que se desconocen. Al parecer, el conductor del camión trató de separar la cabina del remolque y provocó que las llamas prendieron en seguida unos rastrojos de los parajes conocidos como «Cerveros» y «El Espinar».
El calor y el fuerte viento que se registraban a esa hora provocaron que el incendio se extendiera rápidamente hasta llegar a la cercana población de Castildelgado. El fuego se aproximó al cementerio y a un depósito de gas allí existente, lo que motivó la lógica preocupación de los vecinos. Mientras esto ocurría, el humo tapó literalmente la localidad.
La labor de los vecinos de ese municipio y de los bomberos de Burgos, Belorado, Pradoluengo y Villafranca Montes de Oca consiguió sofocar las llamas antes de que el incendio llegara al casco urbano. El operativo de extinción estuvo compuesto, además, por un helicóptero de la base de Pradoluengo, así como varias dotaciones de la Guardia Civil. Alrededor de las 19.00 horas, el fuego estaba ya completamente controlado.
El único incidente lo protagonizó un residente de Castildelgado que sufrió un desvanecimiento por el humo. A consecuencia de este mareo esta persona cayó por encima del quitamiedos en el que estaba apoyado y sufrió varias heridas en la cara, por lo que fue trasladado hasta un centro sanitario.
caos total
El caos circulatorio que provocó en los accesos a Viloria de Rioja este aparatoso accidente de tráfico fue total en algunos momentos. Por espacio de casi tres horas, el efecto del fuego llegó a provocar momentos de tensión entre los conductores y sus acompañantes, que atravesaban en algunos momentos por una auténtica cortina de humo, aunque en ningún momento hubo peligro real para los conductores.
Mientras las rastrojeras continuaban ardiendo a ambos lados de la carretera y se creaban nuevos frentes de fuego en la N-120, las retenciones de vehículos se concentraron en el tramo comprendido entre los puntos kilométricos 56 y 60 de esta carretera en ambos sentidos por espacio de casi tres horas.
Esta circunstancia obligó a algunos vehículos a recurrir a utilizar la senda de los peregrinos, paralela a la carretera N-120, y a través del municipio de Viloria de Rioja pasaban de un lado a otro del incendio sin poder continuar viaje en ningún sentido.
Desde las 16.15 horas, momento en que se produjo el siniestro del camión, hasta las 19:15 horas, cuando quedó despejado el carril izquierdo de esta vía, llegaron a registrarse caravanas que superaron los diez kilómetros de longitud.
Pese a lo aparatoso del siniestro automovilístico, los problemas de tráfico que acompañaron al accidente no se tradujeron tampoco en una situación de peligro para los conductores ni para sus acompañantes, que tuvieron que soportar desde sus vehículos las retenciones de vehículos.
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