Una dotación de los Bombers de Mallorca rescató ayer por la mañana en las cercanías de Sencelles a un operario de Telefónica que quedó colgado en lo alto de un poste, sujeto por su arnés de seguridad, al quedar inconsciente tas sufrir una descarga eléctrica. El hombre fue trasladado al hospital de Son Llàtzer, donde ayer se recuperaba de las lesiones que sufría, una fractura y un desgarro en la cadera, aunque su vida no corría peligro.
Según informaron fuentes de los distintos cuerpos de emergencia que intervinieron en el rescate, el accidente ocurrió sobre las diez menos cuarto de la mañana, cuando el trabajador de Telefónica estaba efectuando una reparación en lo alto de un poste situado en una zona rural, en el Camí de ses Cases de Son Llucià, a unos cuatro kilómetros de Sencelles. El poste forma parte de un tendido privado y sustenta tanto el cableado eléctrico como el telefónico.
Por causas que ayer todavía se investigaban, el trabajador, que fue identificado como Antonio P.S., de 36 años, recibió una descarga eléctrica cuando estaba en lo alto del poste y quedó inconbsciente, colgado de su arnés de seguridad, a unos cinco metros de altura. Su compañero, que estaba abajo, fue corriendo hasta la carretera para pedir ayuda.
Tras recibir el aviso, la central de emergencias 112 solicitó la intervención de los Bombers de Mallorca, el 061, la Policía Local de Sencelles y la Guardia Civil. Las dotaciones acudieron a toda velocidad al lugar.
Cuando los primeros equipos de auxilio llegaron allí, el operario había recuperado la consciencia, aunque estaba todavía bajo los efectos del shock y no podía moverse. Operarios de Gesa cortaron la luz de las casas a las que suminstra corriente el tendido y dos bomberos subieron a lo alto del poste con escaleras.
El herido se quejaba de fuertes dolores y estaba conmocionado, por lo que el equipo de rescate tuvo que actuar con gran cuidado. Uno de los bomberos le sujetaba mientras otro anclaba una cuerda en lo alto del poste, y así le descendieron lentamente.
Abajo esperaba la dotación de la UVI móvil del 061, que le prestó las primeras asistencias médicas y le trasladó a Son Llàtzer.
El operario recibió una descarga de 220 voltios, pero parece ser que no le produjo lesiones graves. Ayer permanecía hospitalizado, aunque fuentes sanitarias indicaron que estaba fuera de peligro. Sufría una fractura y un desgarro muscular en la cadera, y presumiblemente permanecería al menos un día en observación, pero su evolución era buena.
La Policía Local de Sencelles y la Guardia Civil abrieron diligencias para averiguar las circunstancias del accidente. A la zona acudió también un inspector de la conselleria de Trabajo, así como técnicos de telefónica y de Gesa.
Los técnicos revisaron detenidamente las instalaciones en las que se produjo el accidente.
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