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La duración media de las bajas laborales de los autónomos (entre 85 y 130 días, según si las gestionan las mutuas de accidentes o la Seguridad Social) es casi el triple que la de los asalariados (entre 34 y 48 días). El Ministerio de Trabajo atribuye esta situación, entre otras cosas, a un mayor uso de la picaresca.

En principio, las enfermedades de los trabajadores autónomos no tendrían por qué ser más graves que las de los asalariados. Sin embargo, los datos estadísticos no dicen eso.

Según el seguimiento que el Ministerio de Trabajo hace del uso de la incapacidad temporal (IT), en 2006 las bajas de los trabajadores por cuenta propia, causadas por una enfermedad común, duraron una media de 85 días. Esto, si la gestión de dicha baja corrió a cargo de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, que gestionan el 60% de este colectivo. Pero si la baja fue gestionada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) su duración fue aún mayor: 130 días de media, más de cuatro meses.

Esta diferencia de duración se explica en que la media de edad de los autónomos que gestiona el INSS es diez años mayor que la de los que gestionan las mutuas, de ahí su mayor uso de bajas.

Sin embargo, no tiene tan fácil explicación el hecho de que las bajas de los autónomos duren de media casi el triple que las de los asalariados, independientemente, de quien las gestione. Así, en 2006 una baja por IT de un trabajador por cuenta ajena duró una media de 34 días (si la gestionaba una mutua) y 48 días (si la gestionaba el INSS). Los datos de los primeros meses de 2007 corroboran esta situación.

Fuentes del Ministerio de Trabajo atribuyen en parte este hecho a que sólo el 10% de los autónomos cotiza por contingencias profesionales y, sin embargo, más del 90% paga cuotas por contingencias comunes. Esto hace que muchos de ellos hagan pasar los accidentes de trabajo, sobre todo los de automóvil (in itinere), por enfermedad común, señalan estas fuentes.

Pero esto no explica lo suficiente esta situación ya que las bajas por accidente no duran más que las de enfermedad común, y prueba de ello es que en los asalariados a los que les gestiona la IT una mutua, las bajas por accidente duraron de media 28 días, frente a 34 días de una baja por enfermedad común.

Queda, por tanto, otra de las causas que también apuntan desde Trabajo: puede que los autónomos hagan un mayor uso de la picaresca. Esto es, que los autónomos defraudadores están dados de baja y siguen trabajando.

El presidente de la Federación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, se defiende de esta insinuación y argumenta que la mayor duración de las bajas en su colectivo se debe a que para que un autónomo se de baja tiene que estar muy enfermo. Según su explicación, a los autónomos no les compensa estar de baja porque durante los 16 primeros días cobran el 60% de su base reguladora, que en el 80% de los casos es la mínima (800 euros).

Además, indica que la mayoría de las bajas de autónomos son de enfermos crónicos mayores de 55 años, algo que en los asalariados suele canalizarse por una incapacidad permanente cualificada y no como baja por IT.

Otra de las razones que añade Amor es que el índice de uso de la IT de los autónomos es del 1,5% frente al 3% de los asalariados. Si bien, los datos de Trabajo indican que en el caso de la gestión de las mutuas, por ejemplo, el pasado año iniciaron una baja laboral nueve de cada mil autónomos al mes, igual que los asalariados.

La duración de una baja laboral depende claramente de qué organismo las gestione. Así, las bajas gestionadas por las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales en 2006 (la mitad de los trabajadores) duraron 14 días menos que las gestionadas por la Seguridad Social. Esta diferencia ascendió a 45 días en el colectivo de autónomos

El motivo fundamental es, según admiten en el Ministerio de Trabajo, una gestión más vigilante por parte de las mutuas. Si bien hay otro motivo que consiste en que las mutuas hacen selección de riesgo. Esto quiere decir que las mutuas rechazan gestionar las bajas de empresas con una plantilla muy envejecida, una elevada temporalidad, o con una alta y probada siniestralidad. En estos casos, es el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) quien se hace cargo de estas bajas. Así, mientras las mutuas registraron el inicio de unos 9 procesos de baja por cada mil trabajadores protegidos al mes el pasado año, el INSS registró 30 procesos en ese mismo periodo. Trabajo ya ha puesto medidas de control como otorgar a los médicos del INSS la potestad de dar las prórrogas a las bajas de más de un año, con lo que han reducido estos procesos un 90%.

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Cinco Días

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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