Un trabajador de la obra del metrotrén resultó herido al sufrir un accidente cuando se encontraba en un pozo de ocho metros de profundidad, en la confluencia de las calles de Llanes y de Fermín Canella. José Miguel D. P., de 20 años y natural de Portugal, bajaba por una escalera de caracol que hay en el interior del pozo cuando, por razones que se desconocen, cayó desde unos cinco metros. Quedó tendido en una pequeña plataforma, a escasa distancia del suelo, inmóvil, pero consciente. Sufrió lesiones en la cadera y en una pierna, por lo que fue trasladado al Hospital de Cabueñes tras un complejo rescate llevado a cabo por los bomberos que requirió también el corte parcial de la avenida de Portugal y de la calle de Llanes. El joven fue dado de alta a media tarde. La empresa adjudicataria se pronunciará mañana miércoles sobre la seguridad en la obra, tras una reunión que mantendrá con los técnicos encargados de la prevención de riesgos laborales.
Los hechos se produjeron cerca de las once de la mañana. Fuentes consultadas por EL COMERCIO explicaron que el accidente tuvo lugar en un pozo de compensación, un lugar donde los operarios inyectan hormigón para crear una especie de barrera entre los cimientos de los edificios colindantes y el túnel.
En esta zona trabaja en los últimos días personal de la empresa Keller Terra, afincada en Madrid y subcontratada por Acciona Infraestructuras. Fuentes cercanas a la obra indicaron que el operario herido bajaba por el pozo -tiene ocho metros de profundidad y unos seis de diámetro- en dirección al tajo. Descendió por una estrecha escalera metálica y, al parecer, resbaló tras haber recorrido cerca de tres metros.
Sus compañeros alertaron al servicio de emergencias del 112, que movilizó a una UVI móvil del SAMU, a los bomberos y a la Policía Local. Los médicos descendieron por la escalera hasta llegar a la plataforma en la que quedó tendido el herido. Allí le practicaron las primeras curas de urgencia, antes de proceder a su evacuación. Las lesiones de José Miguel D. R. obligaban a su inmovilización antes de llevarlo al exterior. Esta circunstancia, unida a la dificultad para acceder al lugar, obligó a los bomberos a realizar una compleja maniobra para rescatarle.
Estabilizaron al trabajador en la camilla que habitualmente utilizan para socorrer a las víctimas de accidentes de tráfico. Le colocaron un collarín para evitar posibles daños medulares y, tras comprobar que estaba totalmente inmovilizado, le izaron con ayuda de la autoescalera, un elemento que por lo general se usa para acceder a lugares altos. Mientras los bomberos sacaban del pozo al operario, la Policía Local cortó la calle de Llanes a la altura de la de Fermín Canella y la avenida de Portugal en Carlos Marx, para evitar así que el tránsito de vehículos dificultase las labores de rescate. La intervención de los equipos de emergencia duró una media hora.
Algunos compañeros del trabajador herido mostraron su malestar por este nuevo accidente laboral y pidieron más medios para prevenir este tipo de sucesos. Hace unas semanas trasladaron sus quejas por escrito a Acciona Infraestructuras, que mañana se pronunciará sobre la seguridad en el tajo tras reunirse con los técnicos.
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