Un ingeniero industrial que realizó el proyecto técnico para la constitución de la empresa Aeroman, A. B. Declaró este lunes en el juicio por el caso Ardystil que comunicó a la Administración que la factoría se iba a dedicar a la aerografía textil manual.
En los informes que presentó ante el Ayuntamiento de Alcoi y la Conselleria de Industria para obtener las licencias oportunas registró que la actividad de la industria era “estampación aerográfica manual”.
Asimismo, indicó que consideraba suficiente la colocación de un extractor con una capacidad de aspiración de 3.000 metros cúbicos de aire a la hora para ventilar la nave, puesto que la pintura “era muy volátil” y el local tenía bastante altura.
El técnico, propuesto a instancias de la defensa de los dos empresarios de Aeroman procesados en la causa, aseguró también que remitió en su día muestras de los productos químicos que iban a utilizarse en esta aerografía a la Administración.
En esta sesión declararon también dos representantes de sendas empresas proveedoras de Aeroman, quienes afirmaron que vendieron mascarillas provistas de filtro a la citada aerografía y otras cuatro, aunque no supieron aclarar si estaban homologadas.
En este sentido, una testigo que desempeñó la función de secretaria declaró a la sala que los trabajadores de Aeorman que no contrajeron el síndrome se agruparon en una plataforma de no afectados para tratar que la Administración no cerrara la empresa.
Durante la vista, comparecieron dos hijos de Andrés Méndez, un empleado de la misma industria fallecido, según dijeron ayer, como consecuencia de una fibrosis pulmonar contraída en su puesto de trabajo.
El juicio proseguirá este martes con las declaraciones de un inspector de la Conselleria de Sanidad, tres funcionarios de Trabajo y un cargo de Comisiones Obreras, entre otros.
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