El consejero de Economía, Hacienda y Empleo del Gobierno de Aragón, Eduardo Bandrés, explicó ayer en Madrid la experiencia de la comunidad en prevención de la siniestralidad laboral. Bandrés enseñó, en una comparecencia ante la Comisión Especial del Senado para la Prevención de Riesgos Laborales, cómo ha conseguido Aragón reducir los accidentes laborales y destacar por sus iniciativas al respecto. La siniestralidad creció el 7,79% el año pasado en España, mientras en Aragón lo hizo en el 4,13% (por debajo además del aumento de la población ocupada en la comunidad).
La experiencia aragonesa se basa en la puesta en marcha de dos programas: el 677 , creado en 1999 y dirigido a las empresas con mayor siniestralidad, y el denominado Objetivo cero accidentes de trabajo . En 1999, las empresas del programa redujeron sus accidentes de trabajo en el 25,5%, pese a ampliar sus plantillas el 9,4%. El plan dirigido a las empresas con mayor siniestralidad laboral redujo los accidentes de trabajo en un 28’5% durante el año 2000, a pesar de que dichas empresas incrementaron sus plantillas en un 4%.
Para el año 2001, se han mantenido los mismos criterios de selección –sufrir más de 4 accidentes de trabajo con baja durante el ejercicio anterior y superar en un 50% la tasa de accidentalidad de su actividad específica– y se ha incluido a 1.175 empresas, que ocupan a 48.911 trabajadores.
Bandrés añadió que el programa destinado a empresas con mayor siniestralidad se aplica a 1.175 empresas, el 2,8% del total de empresas de Aragón. Afecta al 13,3% de los trabajadores, que sufren el 37,8% de los accidentes laborales. El objetivo del programa es advertir a las empresas sobre sus riesgos de siniestralidad para que tomen medidas y emplazar a los empresarios a que corrijan aquellos aspectos que son necesarios mejorar para prevenir la siniestralidad.
El plan está apoyado por la Dirección General de Trabajo de Aragón y actúan en el mismo tanto la Inspección de Trabajo como la Seguridad Social. Hace hincapié en el sector de la construcción, en las empresas de trabajo temporal (ETT) y sobre las Administraciones Públicas. En este sentido, el consejero también mostró su preocupación tanto por la subcontratación como por la baja formación existente en el sector de la construcción.
Resultados modestos
Respecto al programa Cero accidentes , al que están adheridas 501 empresas, Bandrés comentó que está encaminado a “conseguir la reducción de los accidentes laborales y crear una empresa más segura”, aunque admitió que sus resultados son “todavía modestos”.
El consejero aragonés de Economía se mostró reacio a incentivar fiscalmente a las empresas que inviertan en prevención de riesgos y apostó, en cambio, por contribuir con las empresas mejorando su imagen pública, dotándolas con un “sello de calidad”.
Todos los grupos parlamentarios (PP, PSOE, CiU, PNV y Entesa Catalana de Progrés) agradecieron la explicaciones de Bandrés sobre las experiencias puestas en marcha en Aragón en materia de prevención de riesgos laborales. Los senadores apostaron por la posibilidad de que estas iniciativas puedan “inspirar” a otras comunidades.
La Ley de Riesgos resulta “insatisfactoria”
El consejero de Economía, Hacienda y Empleo del Gobierno aragonés, Eduardo Bandrés, dijo ante la Comisión Especial de Prevención de Riesgos Laborales del Senado que los resultados de la aplicación de la Ley de Riesgos Laborales son “sumamente insatisfactorios”. Uno de los mandatos básicos de la ley es la implicación del empresario, y, por tanto, de toda la estructura jerárquica de la empresa, en la gestión de los riesgos laborales, así como la participación de los trabajadores. “Sin embargo, en la práctica, este mandato ha tenido un escaso cumplimiento y ello constituye una de las causas fundamentales de la ineficacia de la ley”, dijo.
A la vista de la situación, “el programa planteado por el Gobierno de Aragón pretende lograr el compromiso expreso tanto del empresario como de los representantes de los trabajadores a la hora de implicarse en la prevención, de forma que se logre unas actitudes y conductas positivas y permanentes en la gestión de la prevención”.
En este sentido, insistió Bandrés, “por muy buenos” que sean los resultados que se obtengan tras la aplicación de las políticas que el Gobierno de Aragón ha dispuesto en materia de siniestralidad, no puede darse por satisfecho. “Nuestro objetivo será siempre mejorar la calidad del trabajo y elevar el nivel de seguridad, medioambiente laboral y salud de los trabajadores. Una tarea en la que pretendemos implicar también a los agentes económicos y sociales de Aragón”, concluyó.
La empresa gasta más en formación.
Las empresas españolas gastan por término medio el 2% de la masa salarial en formación para sus trabajadores, según el estudio La formación en las empresas españolas. Situación, tendencia y expectativas elaborado por la patronal CEOE. El informe explica que ese porcentaje se reparte entre el 1,4% que gastan las empresas y el 0,6% de cotizaciones sociales que se destinan a subvencionar la formación de trabajadores en activo y desempleados. Este porcentaje supera el 1% que se gastaba en 1993.
En el 88% de las empresas españolas se realizan actividades de formación para los trabajadores, aunque sólo el 54% de las compañías cuenta con un presupuesto específico. El 63% de la formación se realiza en horario laboral y las especialidades en que se desarrollan más actividades son informática y comunicaciones, gestión y administración, seguridad e higiene en el trabajo e idiomas y tecnologías.
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