la Asociación Nacional de Entidades Preventivas Acreditadas, advierte sobre las consecuencias que las bajas temperaturas derivadas del periodo invernal producen en los trabajadores, así como la importancia de controlar la aparición de éstas en los lugares de trabajo, en especial cuando se realicen trabajos en exteriores, como en la construcción o la agricultura.
La hipotermia y el choque térmico, tal y como indica Juan Carlos Bajo, Presidente de la Asociación Nacional de Entidades Preventivas Acreditadas (ANEPA), es una consecuencia de las bajas temperaturas en los lugares de trabajo y se ve favorecida en las épocas invernal, en especial ante las olas de frío, pueden generar trastornos que se reflejan en síntomas como:
– Procesos, febriles y gripales
– Enfermedades pulmonares (neumonía, bronquitis, etc.)
– Tos, calenturas, dolores reumáticos, etc.
– Hipotermias que limitan la atención y favorecen los accidentes.
Así mismo, la gripe que este año está causando un proceso que afecta a un gran número de trabajadores es una de las causas del incremento del absentismo laboral en los meses de invierno.
Ante estas situaciones, el Presidente de ANEPA recomienda mantener una temperatura adecuada de las calefacciones en los locales temperatura que debe fijarse en función de los criterios legales para cada tipo de actividad y de acuerdo a la movilidad de los trabajadores de forma que el trabajo sea no sólo confortable, sino saludable, ya que los contrastes de temperatura entre el exterior y el interior pueden afectar también al rendimiento y la salud de los trabajadores. Además, se especifican una serie de medidas preventivas entre las que destacamos:
– Intentar llevar la ropa adecuada en cada momento, dependiendo del lugar y las condiciones de trabajo.
– Evitar cambios bruscos de temperatura, en particular encendiendo las calefacciones en el momento adecuado para evitar bajas temperaturas los lunes al inicio de la jornada laboral.
– Evitar el exceso de calor en las oficinas por las tardes como consecuencia de la acumulación de una potente calefacción durante la mañana.
– No mantenerse en el exterior mal abrigado mucho tiempo, suministrando la empresa la ropa adecuada para la actividad a desarrollar.
– Promover la vacunación de la gripe.
Pero la mejor medida, tal y como indica Juan Carlos Bajo, es, “como siempre que hablamos de prevención de riesgos laborales, ser proactivo, solicitando la realización de mediciones de temperatura y humedad que nos permitan analizar la posible existencia de situaciones de cambio brusco de temperatura e incluir las medidas necesarias en la planificación de la acción preventiva.”
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