El Gobierno de Chile ha decretado la alerta sanitaria en cuatro zonas del país, incluida la región metropolitana de Santiago, debido a la situación generada por los incendios forestales, cuyas lenguas de humo volvieron a cubrir la capital chilena, de 6,2 millones de habitantes. A ello se suma el riesgo de que cientos de roedores se desplacen hacia zonas pobladas y generen la expansión del Hantavirus, que en 2013 ya ha causado la muerte de 53 personas.
La alarma se extiende a la región metropolitana de Santiago, de Valparaíso, del Maule y La Araucanía, estas dos últimas en el sur de Chile. El presidente, Sebastián Piñera, ha explicado que la iniciativa, de carácter preventivo, brinda mayores facultades y recursos a la cartera de Salud, que podrían incluir la restricción de vehículos y la paralización de algunas industrias. “Quiero dar una señal de calma a la gente. Hoy tenemos prácticamente duplicada nuestra capacidad de enfrentar incendios forestales”, ha añadido Piñera.
El principal miedo del Ejecutivo es que los ratones de cola larga —la especie de roedor que transmite el virus— entren en masa en las ciudades, huyendo del fuego, y contagien a la población. “Se teme que pueda haber más afectados de lo habitual porque la población de ratones ha crecido en un 50% por las condiciones climáticas”, comenta un portavoz del Ministerio de Sanidad chileno. “En diciembre hubo el triple de casos que otros años”. Las autoridades están repartiendo material de limpieza a las familias de las zonas en peligro para evitar la expansión del patógeno, que se transmite mediante las heces y la orina de los roedores.
La Corporación Nacional Forestal (Conaf) ha informado de que las columnas de humo que cubren Santiago, provienen de al menos dos de los cuatro grandes incendios que afectan al sector costero de Constitución, a unos 500 kilómetros al suroeste de Santiago, y por otros tres siniestros que han estallado en sectores aledaños de esta ciudad.
La capital de Chile ya había sufrido un incendio de gran magnitud el pasado fin de semana que se originó en la ciudad de Melipilla, situada a unos 60 kilómetros al suroeste de Santiago, y que incluso cortó una de las autopistas que la unen con el sector costero. En los últimos días, los incendios han consumido más de 40.000 hectáreas de bosques y pastizales, muchos de ellos, según el Gobierno, provocados intencionadamente.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
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