Un trabajador de 33 años de edad resultó herido de consideración en un accidente laboral ocurrido al mediodía en el polígono industrial de Júndiz, en la planta municipal dedicada al tratamiento y compostaje de los residuos orgánicos. Por causas que se desconocen, el operario cayó a las 12,41 horas a una cinta transportadora de las denominadas sin fin -situada a entre tres y cuatro metros de altura- y quedó enganchado en ella.
Al lugar del percance se trasladaron efectivos sanitarios y unidades de los Bomberos de Vitoria y de la Policía Municipal. Para cuando llegaron, los compañeros de trabajo de la víctima ya le habían ayudado a liberarse en parte de la estructura metálica en que había quedado aprisionado.
El herido fue traslado con urgencia al hospital Santiago, en donde fue atendido de sus heridas. Aunque presentaba diversos cortes y golpes en distintas partes del cuerpo, las heridas no ponían en riesgo su vida.
El accidente de Júndiz se enmarcó ayer en una aciaga jornada para la siniestralidad laboral en el País Vasco. Un operario resultó muerto en la localidad guipuzcoana de Itsasondo al caerle encima una tubería de gas de unos mil kilogramos de peso, y otros dos resultaban heridos de gravedad en otros siniestros de trabajo ocurridos en Bilbao y en el municipio vizcaíno de Gordexola.
Álava acumula ya dos trabajadores muertos en accidentes laborales en el mes de agosto.
El pasado día 14 un gruista, de 24 años de edad- falleció en Vitoria al ser arrollado por otro vehículo cuando retiraba un automóvil averiado de la carretera. Luego, el pasado viernes, día 22, un albañil de 50 años murió en el pueblo vitoriano de Ilarraza al caer de un andamio de dos metros de altura cuando trabajaba en la restauración de una vivienda, conocida en la localidad como el Palacio.
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