La exposición al material provocó la muerte de 73 personas en la región entre 1982 y 2001 Aceralia e Izar indemnizarán a las familias de dos trabajadores por no tomar medidas.
Julio Ignacio Álvarez trabajaba en Aceralia y José María Aguado, en una subcontrata de Izar. Los dos fallecieron como consecuencia de un cáncer de pleura, una enfermedad que, en ambos casos, vino provocada por su exposición al amianto en sus centros de trabajo, en los que no se tomaron las medidas necesarias para evitar los riesgos. Así lo han reconocido recientemente los tribunales. En el caso de Julio Álvarez, Aceralia tendrá que indemnizar a su familia con 120.000 euros (20 millones de pesetas), mientras que en el de José María Aguado, Izar pagará 106.000 euros (17,6 millones de pesetas).
Sendas sentencias han vuelto a poner de relieve los peligros de un material que, según los últimos datos de Comisiones Obreras de Asturias, han utilizado más de un centenar de empresas regionales en los últimos 50 años.
Y es que fue a mediados del siglo pasado cuando este compuesto de fibras minerales comenzó a generalizarse en centros de trabajo. Su resistencia al fuego y a productos químicos y sus propiedades para el aislamiento térmico y acústico hicieron de él un producto ideal para la construcción de edificios, trenes y barcos, fundiciones y reparación de coches o tuberías.
Sin embargo, y aunque sus riegos sobre la salud ya se conocían, fue en los años ochenta cuando comenzó a hacerse aún más evidente su relación con el cáncer de pulmón, pleura y abdomen, así como con una enfermedad denominada asbestosis, que se caracteriza por que el pulmón se queda rígido.
Según datos de la Consejería de Salud del Principado, desde 1982 hasta 2001, 105 asturianos murieron de cáncer de pleura. En 73 casos se confirmó que el amianto les había provocado la terrible enfermedad. En los restantes y siguiendo el testimonio de los familiares, no se encontró vinculación, aunque eso no descarta la exposición al amianto en algún momento. En los últimos cuatro años, la misma patología acabó con la vida de otras 15 personas.
A la vista de todos estos datos, una orden ministerial de 2002 decidió prohibir la comercialización, el uso y la instalación de productos que contienen amianto en España. Desde entonces, tan sólo están permitidas tareas de mantenimiento y retirada. Esto es, desamiantar.
Sin embargo, esta iniciativa no impide que surjan más casos, ya que desde la exposición al material hasta la aparición de la enfermedad pueden pasar hasta 40 años. En este sentido, la asesora del departamento de Salud Laboral de CC OO en Asturias, Irene Saavedra, asegura que «resulta muy difícil cifrar cuántos trabajadores pueden estar afectados». Aun así, sólo en el sector naval se estima que hubo más de 500 trabajadores expuestos a algún tipo de contaminación.
Ahora bien, el sindicato tiene la «plena certeza» de que hay más de cien empresas en Asturias que han manipulado amianto desde 1950. «Y lo sabemos -añade Saavedra- por los datos aportados por operarios, familiares de trabajadores fallecidos, delegados de prevención, el Instituto Nacional de Silicosis y la Consejería de Salud del Principado».
Comisiones Obreras (que lidera en Asturias el debate social sobre las consecuencias del amianto, así como las demandas de los afectados -en este momento, tramita cuatro-) insiste en que, gracias a estas cifras, se saca a la luz un problema que, durante años, ha permanecido silenciado. Según Irene Saavedra, la razón «ha sido la presión que ha ejercido el lobby industrial del amianto».
Prueba de ello, es el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) del Principado, en el que Aceralia, condenada a indemnizar a un trabajador, nunca estuvo inscrita. «Las compañías se pueden dar de alta o de baja, pero nadie comprueba si esos datos son verdad. Sólo se confirman si hay una denuncia de por medio».
En este sentido, CC OO propone una reunión a la Administración autonómica y la patronal con el fin de conocer de primera mano qué compañías han usado este material y cuántos operarios pueden haber estado expuestos a este material. UGT también da su visto bueno. Y es que, atendiendo a los estudios de CC OO en los que se afirma que el amianto se cobra la vida de mil personas al año en España, conviene saber quién puede desarrollar enfermedades relacionadas con el este material en los próximos años.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
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