El transporte por carretera es una actividad profesional compleja, sometida por los organismos oficiales a estrecha vigilancia en el cumplimiento de las normas legales que la afectan, y en la que clientes, así como el resto de intervinientes de la cadena logística, se aseguran por contrato su derecho a evaluar/auditar que sus exigencias son correcta y eficazmente aplicadas por el transportista. Todo ello desarrollado en un entorno laboral exigente en esfuerzo y horas de trabajo, y en el que algunos de sus trabajadores, sobre todo los conductores, están en una casi permanente exposición al riesgo, con probabilidades de sufrir un accidente de imprevisibles consecuencias.
Seguridad: Igualdad en la gestión.
El exigente entorno laboral, la casi permanente exposición al riesgo, la probabilidad de accidente, y de sufrirlo, las imprevisibles consecuencias humanas y económicas, hacen que “Seguridad”, que cubre los aspectos de Prevención de Accidentes Laborales, Protección Medioambiental y Protección Patrimonial, sea una de las gestiones más críticas para las empresas de transporte por carretera, siendo tan importante como cualquier otra gestión y la prioridad cuando Seguridad y otro aspecto entran en conflicto. En consecuencia a lo anterior, prevenir los accidentes y el deterioro medioambiental en el desarrollo de la actividad de transporte requiere cumplir tanto con las normas legales aplicables como con los requerimientos de los sistemas de certificación y evaluación independientes a los que sus clientes pudieran estar asociados.
Hay diferentes formas de desarrollar la seguridad
En empresas donde la gestión de los riesgos en el transporte es aplicado con rigor y profesionalidad, los resultados mostraran una reducción de los índices anuales y de la mejora de las tendencias históricas de accidentes e incidentes, así como una minimización de los costos económicos y del sufrimiento humano asociado a tales eventos indeseados. Pero en las empresas donde la gestión de los riesgos y las normas de prevención se aplican de forma débil y no rigurosa es probable que no se logre una reducción notable de los índices de accidentes e incidentes, pudiendo incluso aumentar los costos, al sumar a los causados por los accidentes e incidentes los de la gestión ineficaz.
Pueden ser múltiples las razones por las que la gerencia de una empresa decide aplicar una determinada calidad y nivel de gestión para la eliminación y control de los riesgos del transporte por carretera de viajeros y mercancías, desde la decisión de cumplir, como un mal menor asociado al negocio, el mínimo exigido por las normas legales aplicables, hasta el compromiso de que Seguridad es uno de los valores y parte de la cultura de la empresa, pasando por aquellas otras que en mayor o menor medida se ven exigidas por uno o varios de sus clientes a cumplir con unos mínimos de seguridad en el transporte. Pero el denominador común en todas las empresas es que la aplicación y mantenimiento de una gestión preventiva representa un nuevo reto no carente de esfuerzo.
Muchos estándares de seguridad, una única gestión
Las empresas de transporte deben cumplir con multitud de estándares:
– Legales del transporte y de la mercancía que transportan.
– Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
– Sistemas de certificación y evaluación (ISO 9000, OSHAS 18000, SQAS, etc.)
– Requisitos específicos de los clientes.
Todos han de ser integrados en el día a día y deben ser gestionados. Hay dos opciones de gestión:
1. Opción rápida y poco efectiva: Cumplir de forma independiente cada uno de los estándares, tener varios sistemas de gestión en la empresa.
2. Opción segura y eficaz: Gestionar la seguridad con un único sistema que permita cumplir cualquier requisito de seguridad.
Guías para desarrollar un sistema adecuado a cada empresa
Para muchas empresas representa una dificultad definir y estructurar un modelo de gestión, desarrollar las normas preventivas y de control, aplicarlas y posteriormente evaluar su eficacia, sin embargo, en otras donde se ha desarrollado un sistema de gestión de Riesgos del transporte por Carretera, basado en un Compendio de guías, pautas y buenas prácticas, los resultados han sido más que satisfactorios.
Este compendio de Buenas Prácticas facilita al empresario, gerentes, mandos y supervisores:
1º) Un referente para el diseño, desarrollo y aplicación de su propio sistema de gestión de los riesgos en el transporte por carretera.
2º) Un referente para dar soluciones parciales a los sistemas de gestión de seguridad en aplicación por los transportistas.
3º) Un Sistema de Gestión de Riesgos en el Transporte por Carretera (SGRTC).
4º) La posibilidad de comparar la gestión realizada por el transportista contra la propuesta en el SGRTC.
Los pilares de gestión de la seguridad en el transporte (SGRTC)
El ámbito del SGRTC cubre las operaciones de carga, descarga y conducción durante el transporte por carretera de viajeros y mercancías.Para desarrollar un sistema de gestión de riesgos del transporte por carretera son necesarios una serie de pilares básicos:
1. El liderazgo de la Dirección. Que se plasma en una política de Seguridad y en unos objetivos, que la empresa difunde.
2. Una adecuada evaluación de riesgos. Actualmente hay pocas evaluaciones de riegos del trabajo del conductor, que reflejen la realidad del trabajo de la conducción. Si no tenemos un punto de partida cierto, difícilmente vamos a alcanzar resultados.
3. Unas normas de comportamiento. Definir unas normas de cómo actuar e implantar sistemas para que se apliquen, es un aspecto clave para crear valores de seguridad en la organización. Unas normas que recojan estos valores de la empresa, que a través del liderazgo de los mandos se inculcan en los trabajadores. Hacer de la política de la empresa, hábitos de los trabajadores.
4. Formar y entrenamiento. Es un aspecto clave, pero por si solo, sin un sistema de gestión pierde mucha eficacia. Se debe formar a todos los niveles de la organización.
Formar al conductor, sin formar al mando ni a la Alta Dirección, es sembrar en terreno infértil, si da fruto será más bien por casualidad que por la formación. Si la formación del conductor es buena, provocará más diferencias entre el trabajador y la cultura de la empresa. Si es mala, no habrá diferencias, pero no habrá resultados.
Si la formación de la Dirección, mandos y conductores es buena, mejorando sus competencias y su compromiso con la seguridad, la diferencia será menor y remarán todos en la misma dirección.
5. Investigación de accidentes. Conocer las causas raíz de los accidentes ayuda a mejorar el sistema de Gestión. Si no se gestiona la seguridad, por mucho que se investiguen los accidentes, no se podrán sacar conclusiones. Los accidentes no ocurren por exceso de velocidad o porque el conductor se durmió. Debemos saber que falló en el Sistema de Gestión para el conductor corriese o para que no durmiese. Los accidentes empiezan a fabricarse en el despacho del Director.
6. Análisis y control estadístico. Establecer indicadores que permitan evaluar la eficacia del Sistema, ayuda a entender la realidad. Indicadores como nº accidentes/Millón de km recorrido, dan una idea bastante fiable de la evolución.
Antonio Serrano, Consultor de Prevensis. Extracto del artículo publicado en la revista Prevention World Magazine nº 27
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