Los prevencionistas que están a cargo de las áreas de “seguridad” en las organizaciones requieren mejorar sus competencias para tratar el factor humano. Hoy en día, Perú es el único país de Sudamérica que no tiene profesionales con título en Prevención de Riesgos y son pocos los psicólogos que investigan y tratan la conducta humana interviniente en los accidentes.
Por ello, este campo es asumido y tratado desde perspectivas inadecuadas por ingenieros, bomberos e inspectores de Defensa Civil u otros, algunos de los cuales se han dado cuenta que dado que los accidentes son casi siempre causados por error o factor humano estos, deben ser tratados adoptando un enfoque humanista y psicológico. Vemos por ello Jefes de Seguridad designados a dedo en quienes domina el enfoque reactivo y no el enfoque preventivo, Ingenieros de Seguridad Industrial con escasa formación y conocimientos de Psicología Organizacional, Ingenieros de Minas que hablan de personalidad inadecuada y peligrosa, Geólogos ¡que están a cargo de modificar conductas! y que disertan acerca de Liderazgo y Actitudes, Ingenieros Industriales que exponen acerca del comportamiento peligroso del trabajador y que decir de los Administradores que evalúan y seleccionan personal basados en perfiles psicológicos que ellos subjetivamente elaboran o adaptan, sustituyendo y desplazando en el mercado laboral a los especialistas de la conducta, en complicidad con los reglamentos y normas técnicas legales vigentes.
Siendo necesario cambiar el enfoque la Prevención de Riesgos, se debe integrar a la gestión de la Seguridad, el enfoque de la Psicología de la Prevención a fin de aplicar la ciencia psicológica para el desarrollo de la cultura preventiva en las organizaciones, empezando por una Línea Base de los niveles de percepción del Riesgo. Así, incrementando esta cualidad psicológica se refuerza la conducta preventiva positiva o deseada y se extingue la conducta negativa o no deseada.
Este enfoque que ya se aplica al mejoramiento de las organizaciones, efectivizaría los programas de selección de personal, los programas de aptitud, capacitación y desarrollo del capital humano, los programas de cambio organizacional, de análisis e investigación de incidentes y accidentes, motivación, modificación de conducta, los programas de refuerzo (o sanción), los programas de compromiso, incentivo y reconocimiento a la prevención; así como, los programas de Comunicación Organizacional, del liderazgo y compromiso con la Prevención de Accidentes y la Seguridad, etc., lo que facilita la implantación de las normas ISO 9000, ISO 14000, OSHA 18000, Calidad y el mejoramiento del Clima Organizacional, la creación o recreación de una optima Cultura de Prevención en todas las actividades de la empresa, la reducción de las pérdidas por tiempo perdido, la reducción de las perdidas por derroche y/o gastos innecesarios, el mejoramiento de la imagen de prevención y seguridad de la empresa, el incremento de las ventas, un mejor posicionamiento en el mercado, el Cambio Organizacional y finalmente una óptima actitud preventiva de todas las áreas de la organización, etc.Siendo así, es obvio pensar con optimismo los beneficios que brindaría aplicado a otros rubros de la actividad industrial.
Lic. Luis Asunción Valverde – Psicologo, Prevencionista – Perú
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