Con la llegada del invierno y principalmente en Navidad, los accidentes de tráfico se incrementan cada año. Los motivos son diversos pero los mayores peligros según los estudios realizados por la Fundación Española para la Seguridad Vial -Fesvial- son el aumento del consumo de alcohol durante esas fechas, conducir por la noche o con mala visibilidad y la climatología adversa.

Las navidades pasadas más del 40% de los conductores y más del 35% de los peatones muertos en accidente de tráfico o atropellados estaban bajo los efectos del alcohol. Las bebidas alcohólicas hacen que se altere el comportamiento y se perciba menos el riesgo, entorpecen la actividad motriz y la coordinación, aumentan el tiempo de reacción, afectan a la vista (provocan una mayor tendencia a deslumbrarse) y al oído, aumentan la fatiga y la somnolencia, hacen que se cometan más infracciones y, en caso de accidente, lo agravan porque son más las probabilidades de muerte.

Fesvial, recomienda que se eviten los viajes por la noche, especialmente si van a ser largos, porque la posibilidad de accidente se duplica con respecto al día debido a que la visibilidad es mucho peor y a los efectos del sueño. Además el rescate nocturno es más complejo.

Para evitar los accidentes de tráfico y conseguir el objetivo de la fundación –muertes cero en las carreteras– durante las próximas Navidades, además de reiterar que no se debe consumir nada de alcohol si se va a conducir, Fesvial recomienda revisar:

– La Batería: porque en invierno realiza más esfuerzo.

– Los Neumáticos: si están mal, por desgaste o presiones bajas, con lluvia o hielo el peligro es mucho mayor por que puede verse afectada la frenada y adherencia.

– El Anticongelante: hay que cambiarlo cada dos años.

– El Limpiaparabrisas: comprobar que las escobillas están bien y que hay agua en el depósito (lavaparabrisas).

– Llevar luces de cruce por el día: especialmente aconsejable en invierno porque hay peor visibilidad.

La Fundación FESVIAL quiere también dar una serie de consejos sobre cómo actuar en distintas situaciones de riesgo para evitar que éstas se conviertan en accidentes:

Si se empañan los cristales:

Lo que desempaña más rápidamente es la mezcla de aire caliente y frío dirigida al cristal.

No limpiar con la mano el cristal si se está en marcha: es una grave fuente de distracciones.

Hielo en los cristales:

Al dejar el coche en sitios de helada, hay que levantar los limpiaparabrisas para que no se queden pegados. Para evitar que se acumule hielo en el cristal es recomendable poner periódicos o usar un spray descongelante. Nunca tirar agua caliente al cristal helado ya que se puede agrietar.

Cuando hay hielo en el firme:

El hielo es uno de los mayores peligros para la seguridad por la pérdida de adherencia. Con hielo la distancia de frenado puede llegar a multiplicarse por diez. Hay peligro de hielo por la noche, cuando la temperatura exterior está por debajo de cero, en zonas donde no da el sol, cunetas o pasos subterráneos. En caso de haber hielo se debe disminuir la velocidad, los movimientos de aceleración, frenado y giro deben ser muy suaves, se ha de guardar más distancia de seguridad y utilizar marchas largas.

Al conducir con viento:

Hay que reducir la velocidad y agarrar con más fuerza el volante. Tener cuidado al pasar de una zona resguardada a una zona abierta. Prestar atención al adelantar a un vehículo pesado, cuando se sale de un túnel o cuando se atraviesa un viaducto, ya que puede haber un bandazo de aire. Hay que prever la posibilidad de que haya objetos en la vía: ramas, árboles, etc.

Cuando hay lluvia:

Es cuando se producen más accidentes por alcances. Para evitarlo hay que aumentar la distancia de seguridad. Si en condiciones normales a 120 kilómetros por hora se necesitan unos 105 metros para detener el vehículo, con lluvia la distancia de frenado puede aumentar al doble. Conviene prestar atención a las primeras gotas porque son las más peligrosas ya que la mezcla de barrillo y grasa es excesivamente deslizante. Con lluvia se deben llevar las luces de cruce encendidas y no situarse cerca de otro vehículo para que no se ensucien los cristales. Además se debe tener en cuenta que conducir con lluvia aumenta mucho la fatiga.

Con charcos:

Aparte de poder dar lugar al aquaplaning, en invierno los charcos se pueden congelar y convertirse en hielo. Al entrar en un charco hay que aminorar la marcha y a ser posible no frenar. Al salir probar suavemente la eficacia de los frenos.

Conducir con nieve:

Los movimientos al volante en la nieve deben ser muy suaves. Utilizar la marcha más larga posible y acelerar muy suavemente. Con nieve se debe aumentar la distancia de seguridad y usar lo menos posible el freno. Hay que aprovechar las roderas hechas en la nieve por otros vehículos y prever que debajo de la nieve puede haber hielo. Además, en las zonas de nieve es muy importante llevar gafas de sol para evitar la fatiga ocular. Hay que prestar mucha atención a los primeros copos de nieve así como al deshielo de la misma.

Conducir con niebla:

Reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad, evitar los adelantamientos y guiarse por las marcas viales. Atención: al no tener referentes laterales hay menor sensación de velocidad con lo que se debe mirar más el velocímetro. No hay que poner la luz larga porque refleja sobre la niebla, puede deslumbrar y se ve peor. Tener muy presente que la niebla se condensa en el suelo y puede provocar falta de adherencia, como la lluvia fina.

Qué hacer si nos atrapa una tormenta de nieve:

Lo más seguro es permanecer en el automóvil y llamar al 112 para avisar de nuestra situación. No se debe salir para buscar ayuda ya que uno se puede congelar o desorientar. Mientras se espera: tener la radio encendida, arrancar el motor unos diez minutos cada hora, poner la calefacción y encender las luces de emergencia para ser visto. Hacer pequeños movimientos, ejercicios ligeros para mantener la circulación y no permanecer siempre en la misma posición.

Precauciones especiales:

Por último Fesvial recomienda tomar una serie de precauciones especiales cuando se va a circular por sitios donde se sabe que va a hacer mal tiempo. Además de escuchar la radio para informarse de noticias acerca de posibles problemas en la carretera, conviene llevar:

– El depósito de carburante lo más lleno posible.

– Un teléfono móvil.

– Ropa de abrigo y guantes.

– Una linterna.

– Algo de comida y agua.

– Líquido anticongelante.

– Cadenas.

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Fesvial – Redacción Prevention World

Fuente

Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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