En todo trabajo existen una serie de factores relativos a la organización del mismo que son decisivos para la realización personal del trabajador. Son los factores psicosociales o interacciones que se producen entre el trabajo y las personas. Estas interacciones influyen en el rendimiento, en la satisfacción y por tanto en la salud.Sin lugar a dudas la crisis económica que estamos sufriendo, con la incertidumbre que conlleva, está sin duda generando un aumento del riesgo psicosocial.

El objetivo fundamental del área preventiva de ergonomía y psicosociología aplicada de un Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, sea propio o ajeno, es el de adecuar el puesto de trabajo y su entorno físico/mental/social a las características y capacidades del trabajador.

Su fin, como el resto de principios preventivos es la mejora de la productividad, no es producir menos para que el trabajador “sufra menos” sino aumentar su productividad. En otras palabras no sólo trata de evitar efectos negativos sobre la salud sino que pretende mejorar las condiciones de trabajo e incidir en el equilibrio de la persona, considerada como una totalidad, con el entorno que le rodea.Se introduce entre los principios de la acción preventiva que la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de riesgos laborales recoge en su artículo 15 apartados:

d) “Adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los puestos de trabajo, así como a la elección de los equipos y los métodos de trabajo y de producción, con miras, en particular, a atenuar el trabajo monótono y repetitivo y a reducir los efectos del mismo en la salud”.

e) “Tener en cuenta la evolución de la técnica”.

g) “Planificar la prevención, buscando un conjunto coherente que integre en ella la técnica, la organización del trabajo, las condiciones de trabajo, las relaciones sociales y la influencia de los factores ambientales en el trabajo”.

Introducción a la Psicosociología

El desarrollo tecnológico vivido a lo largo del siglo XX, ha permitido aumentar la productividad y mejorar el nivel de vida gracias al desarrollo de nuevos sistemas de organización del trabajo. Quizás el más exitoso fue el desarrollado por Taylor basado en la división del trabajo en tareas elementales, que le llevaron a definir la Organización Científica del Trabajo. Esta teoría está basada en dos principios fundamentales:

• La manera más fácil de resolver un gran problema consiste en dividirlo en muchos problemas pequeños.

• Las personas se mueven fundamentalmente por intereses económicos.

Concebir el estímulo económico como única motivación del trabajador supuso convertir al trabajador en un apéndice de la máquina, reduciendo el trabajo a un conjunto de movimientos simples, elementales, repetitivos, y carentes de significado para la persona que lo realiza. Esta fragmentación tuvo como resultado la deshumanización del trabajo.Todos estos fenómenos pueden convertir e trabajo en algo monótono y aburrido, sin ningún interés para la persona que lo realiza generando una disminución de la eficacia y la productividad así como dificultades para adaptarse a los cambios.

Desde entonces múltiples han sido los estudios sobre el trabajo que han ayudado a superar la concepción tayloriana tratando de aumentar la motivación y el significado del mismo. Para que el trabajo sea satisfactorio debe de tener sentido para la persona que lo ejecuta. Debe de exigirle algo más que un mero esfuerzo físico, tener un mínimo de variedad, que ponga en juego tanto la iniciativa como la creatividad de la persona, para que pueda dar respuesta a nuevas situaciones, que aporten a la tarea un cierto grado de autonomía, responsabilidad y capacidad de decisión.

Por otro lado, la organización del trabajo tiene que proporcionar el reconocimiento social de la tarea de cada persona, así como permitir que cada individuo haga compatible un equilibrio entre su faceta laboral, familiar y social.

Aunque ciertamente existen características individuales que hacen que la respuesta ante condiciones de trabajo iguales sean diferentes, la psicosociología depende principalmente de toda una serie de factores relativos a la Organización. Entre estos tenemos:

• Factores de la Organización Temporal.

o La jornada de trabajo.

o El ritmo de trabajo.

• Factores que dependen de la tarea y que definen el papel de del individuo dentro de la organización.

o automatización

o comunicación y relaciones.

o estilo de mando.

o otros, como contenido del trabajo, status, posibilidad de promoción, etc.

Teoría de los dos factores de Frederick Herzberg

Herzberg define una teoría relativa a satisfacción e insatisfacción en una teoría de dos factores que separa en comportamientos estancos la satisfacción y la insatisfacción definiendo los términos de no satisfacción y no insatisfacción.

• Factores higiénicos o insatisfactorios: se refieren a las condiciones que rodean al empleado mientras trabaja, incluyendo las condiciones físicas y ambientales del trabajo, el salario, los beneficios sociales, las políticas de la empresa, el tipo de supervisión recibido, el clima de las relaciones entre la dirección y los empleados, los reglamentos internos, las oportunidades existentes, etc.

Son los factores tradicionalmente usados por las organizaciones para obtener motivación de los empleados. Sin embargo estos factores tienen una eficacia muy limitada en su capacidad de influir poderosamente en el comportamiento de los empleados. Cuando esos factores son óptimos, simplemente evitan la insatisfacción. Sin embargo, cuando son precarios, provocan insatisfacción.

• Factores motivadores o satisfactorios: se refieren al contenido del cargo, a las tareas y a los deberes relacionados con el cargo. Son los factores motivacionales que producen efecto duradero de satisfacción y de aumento de productividad en niveles de excelencia, o sea, superior a los niveles normales. Cuando los factores motivacionales son óptimos, suben substancialmente la satisfacción; cuando son precarios, provocan ausencia de satisfacción.

Los factores psicosociales

En todo trabajo existen una serie de factores relativos a la organización del mismo que son decisivos para la realización personal del trabajador. Son los factores psicosociales o interacciones que se producen entre el trabajo (entendiendo por trabajo la labor que se realiza, el entorno en que ésta tiene lugar y las condiciones en que este está organizada) y las personas (con sus capacidades, necesidades y condiciones de vida fuera del trabajo). Estas interacciones influyen en el rendimiento, en la satisfacción y por tanto en la salud.

Debemos de reconocer que las consecuencias negativas de los llamados factores psicosociales son, en general, fáciles de ver pero difíciles de acotar, fáciles de comprender y de reconocer, pero difíciles de definir.Dentro de los aspectos psicosociales tenemos:

• Estrés en el trabajo. El estrés en el trabajo se puede definir como las reacciones físicas y emocionales negativas que se generan cuando las exigencias del trabajo no igualan las capacidades, los recursos, o las necesidades del trabajador.

• El burnout. Se puede definir como el estrés o desgaste profesional que sufren los trabajadores de los servicios a personas (sanidad, enseñanza, administración pública, policía, servicios sociales, etc.), debido a unas condiciones de trabajo que exigen altas demandas sociales. Este síndrome aparece cuando el trabajador no puede ver cumplida sus expectativas en relación con su trabajo, cuando ha perdido el control de la situación o que no puede llevar a cabo sus ideas sobre el modo de realizar su tarea, dado que las demás personas de su entorno no colaboran con él. Se produce una actitud fría y despersonalizada en la relación hacia los demás sentimiento de insatisfacción personal, depresión y somatizaciones agotamiento físico…

• El mobbing o el síndrome de hostigamiento psicológico. Es un estrés con origen en las relaciones personales que un trabajador establece con el resto del equipo con el que trabaja o con sus superiores. Se origina cuando una persona o un grupo de personas ejercen una violencia psicológica extrema, de forma sistemática y recurrente durante un tiempo prolongado sobre otra persona o personas en el lugar de trabajo, con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la víctima o víctimas, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr que finalmente esa persona o personas acaben abandonando el lugar de trabajo.

• El acoso institucional. El XI Congreso Nacional de Psiquiatría Legal, creó un nuevo término o tipo de acoso el “acoso institucional” provocado por un sistema de empleo precario, temporal, de bajo nivel retributivo y en constante evaluación. Conlleva desmotivación, inseguridad, baja autoestima, depresión. Es lo mismo que el mobbing, pero con otro culpable, la deshumanización, y despersonalización de las relaciones laborales. Es una especie de acoso donde el propio sistema, amparado por la legalidad, saca lo máximo de ti, aún por encima de tus posibilidades. No lo hace para hacerte daño, pero te hiere igual porque acabas con los mismos síntomas y angustias, inseguridades, desmotivación, insomnio, en definitiva pérdida de estabilidad emocional.

• La violencia en el trabajo.

Estrés en el trabajo. Concepto de eustrés y distrés.

Estrés es la palabra que se utiliza para describir los síntomas que se producen en el organismo ante el aumento de las presiones impuestas por el medio externo o por la misma persona. El estrés orientado a metas es un valioso instrumento de motivación que puede convertirnos en grandes atletas o empresarios. Pero también puede sumirnos en la depresión y llevarnos al suicidio, sin embargo, es muy frecuente no reconocer que padecemos estrés y confesar que “algo” nos preocupa. Lo más común es padecerlo, negarlo o ignorarlo.

El estrés es en realidad es, como muestra la figura 1, un mecanismo natural de nuestro cuerpo, para hacer frente a una situación que entraña un cierto grado de peligro para nosotros. Lo peligroso es que dicho nivel sea demasiado elevado, o demasiado prolongado. Aunque actualmente utilizamos la acepción más psicológica y grave del término, se debe de distinguir entre eustrés y distrés:

• Eustrés o estrés positivo. Es la adecuada motivación necesaria para culminar con éxito una prueba o situación complicada. Genera un incremento del rendimiento y la salud. Es el generado ante un reto o un desafío, que genera una sensación de logro y control. Por tanto es adaptativo, y estimulante, siendo necesario para el desarrollo de la vida en bienestar.

• Distrés o estrés negativo. Es la inadecuada activación psicofisiológica que conduce al fracaso. Es el generado por una sensación de fracaso ante un esfuerzo a realizar. Dañino y desmoralizante, produce sufrimiento y desgaste personal. Comienza cuando el estrés sigue aumentando en tanto la salud y el rendimiento disminuyen. Esta definición, implica claramente una reacción del individuo ante una fuerza externa que le obliga a mantener un nivel de actividad muy superior al normal. de prolongarse. De prolongarse puede llegar a consumir las energías que en un determinado momento creímos suficientes.

Extrato del artículo publicado en la revista Prevention World Magazine nº25

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Ricardo Fernández García. Doctor en Ciencias Químicas, Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales

Fuente Revista PW Magazine 25

Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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