Investigadores canadienses informan que los conductores enojados y agresivos son más propensos a tener accidentes de coche.
“Incluso decir palabrotas, gritar o hacer gestos groseros, puede aumentar el riesgo de choque”, advirtió la autora líder, Christine Wickens, científica del Centro de Adicción y Salud Mental.
Los investigadores analizaron las respuestas de 12,830 adultos de Ontario a una encuesta sobre salud mental y conductas de riesgo. Se enfocaron en las respuestas de 2002 a 2009. En ese periodo, más o menos un tercio de los conductores encuestados admitieron haber cometido actos menores de agresividad.
Alrededor de un 2 por ciento afirmaron que también habían realizado amenazas e intentado hacer daño a otro coche o a alguna persona. Los conductores altamente agresivos tenían un 78 por ciento más probabilidades de sufrir un accidente.
Casi un 8 por ciento de los encuestados habían estado involucrados en un accidente en el año anterior, reportaron los investigadores.
Las personas que describían que no eran nada agresivas al conducir eran las menos propensas a haber tenido un accidente.
Aunque los hallazgos no prueban que la agresividad provoquen directamente los accidentes, sugieren que el riesgo aumenta porque las personas conducen con más agresividad, o porque la ira les distrae.
“Los resultados muestran con claridad que la agresividad se relaciona con el riesgo de colisiones”, apuntó Wickens en un comunicado de prensa del centro.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
