¿Cómo nos adaptamos al horario de verano?
Un pequeño cambio puede impactar de forma considerable sobre nuestro reloj corporal y nuestra salud, y que el cambio horario puede provocar somnolencia y fatiga.
Un pequeño cambio puede impactar de forma considerable sobre nuestro reloj corporal y nuestra salud, y que el cambio horario puede provocar somnolencia y fatiga.
Las investigaciones han hallado que los ataques cardiacos, los accidentes de tráfico y los accidentes en el lugar de trabajo aumentan justo después del cambio al horario de verano. Las perturbaciones en los patrones del sueño asociadas con el cambio también afectan al rendimiento, la concentración y la memoria.
Este fin de semana nuestros relojes se adelantarán una hora para adaptarnos al horario de verano, una costumbre que en España se realiza desde 1918, aunque de forma desigual y con revocaciones puntuales. La Sociedad Española de Neurología (SEN) recuerda que en los días posteriores a los cambios de horario es común que aparezcan ciertos trastornos motivados del desajuste entre nuestro reloj biológico y la hora real.