• Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Noticias
  • Tiempo de lectura:3 minutos de lectura

Los transformadores de luz que el hospital Miguel Servet retiró y cambió por unos nuevos en el año 1998 tras cerrar la investigación abierta por la muerte de varios operarios de mantenimiento del Infantil contenían una sustancia extremadamente cancerígena. En concreto se trataba de un aceite refrigerante llamado policloruro de bifenilo, lo que en la nomenclatura química se conoce como un PCB. Eso sí, los trabajores del centro no eran los encargados de llevar el mantenimiento de los transformadores ni de cambiar el aceite, como ya informó este diario en su edición de ayer. Es decir, pese al riesgo que supone manipular este tipo de sustancias, los operarios del Servet nunca han tenido acceso a ellas ni a sus recambios. De ello se encarga otra empresa ajena al centro.

También piranelo

El policloruro de bifenilo, que también es llamado piraleno –así le dicen por ejemplo los operarios del Infantil–, es tan peligroso que hace ya bastantes años que existe una orden ministerial que exige la desaparición de este tipo de transformadores en toda España antes del 2010. El Gobierno pretende que este PCB sea sustituido paulatinamente por refrigerantes no tan perjudiciales para el hombre. De hecho, el nuevo equipo que se instaló en el Infantil ya no se refrigera con piraleno.

El hospital Infantil retiró sus cuatro transformadores en 1998 después de cerrar una investigación abierta por la muerte por cáncer de varios operarios de mantenimiento, aunque el entonces gerente, Antonio Rueda, no quiso comentar este sábado ningún detalle o dato con este periódico sobre los sucedido hace algo más de tres años. Es decir, la voz más autorizada entonces prefiere no comentar los motivos que llevaron al Servet a cambiar los transformadores del Infantil.

El taller de mantenimiento estuvo entre 1983 y 1992 ubicado en una sala anexa a la subestación eléctrica donde estaban los transformadores sospechosos. Los operarios, que han perdido a diez compañeros en los últimos 15 años tras sufrir procesos cancerígenos, siempre han mirado con recelo esa subestación. En el 98 se abrió una investigación y las mediciones de campos eléctricos y magnéticos realizadas por el Instituto Tecnológico de Aragón (ITA) en las zonas de influencia no dieron niveles preocupantes. Eso sí, los transformadores, que llevaban ahí desde la inauguración del centro en 1971, se cambiaron por unos nuevos unas semanas después.

El pasado viernes un técnico del ITA volvió a tomar registros en el sótano del Infantil, donde está la subestación y los talleres –ahora mucho más separados que en el 92–, pero para los operarios estas mediciones ya no son relevantes debido a que la instalación es nueva. Según los trabajadores, “la que importaba era la que cambiaron”.

0 0 votos
Valoración

El Periódico

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

Suscribirme
Notificar de
guest
:arrow: 
:D 
:? 
8-) 
:cry: 
:shock: 
:evil: 
:!: 
:geek: 
:idea: 
:lol: 
:x 
:mrgreen: 
:| 
:?: 
:P 
:oops: 
:roll: 
:( 
:) 
:o 
:twisted: 
:ugeek: 
;) 
 
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios