El 19 de enero de 2001, el equipo de Gobierno municipal revelaba el acuerdo adoptado en comisión de Gobierno para tratar de aminorar las consecuencias que, en forma de contaminación acústica, generaba el masivo uso de vehículos a motor existentes en la ciudad y la falta de adecuación de un determinado número de vehículos a las normas de convivencia medioambiental a la hora de tener en cuenta la cantidad de ruidos generados, sobre todo por parte de los ciclomotores.
Desde entonces y hasta ahora se ha seguido el proceso burocrático necesario para implantar las sanciones propuestas. La iniciativa fue expuesta en el Pleno municipal celebrado en mayo, después de su exposición pública y haber tenido que hacer frente a una alegación presentada por un particular, que no consideraba al Ayuntamiento capacitado para incrementar las multas por ruidos más allá de 40.000 pesetas al considerar la naturaleza de la infracción. Denegada la alegación, las sanciones fueron definitivamente aprobadas y el pasado 9 de junio de 2001 quedaron constancia de ellas en la página 9 del Boletín Oficial de la Provincia. Es decir, que los agentes sancionadores de la Policía Local ya pueden aplicar el nuevo régimen tarifario impuesto para los causantes de contaminación acústica en la ciudad a través de sus vehículos, en virtud del cambio registrado en la Ordenanza de Rudos sobre Vehículos a Motor y Ciclomotores.
Los conductores de ciclomotores y motocicletas que cometan una infracción leve según el número de decibelios que emitan los escapes de sus vehículos serán sancionados con 25.000 pesetas en lugar de 10.000 establecidas hasta ahora; las infracciones graves pasan de 20.000 a 50.000 pesetas, y en el caso de que la sanción sea muy grave, el aumento será aún mayor: de 40.000 a 75.000 pesetas.
Por lo que respecta a los automóviles y furgonetas, las multas de carácter leve son las que experimentarán una subida más espectacular, al incrementarse hasta llegar a las 50.000 pesetas cuando la ordenanza contemplaba hasta este momento el pago de 15.000 pesetas; las infracciones graves llegarán a las 75.000 pesetas cuando hasta ahora se estipulaban en 35.000 pesetas, y las infracciones consideradas muy graves serán multadas con 100.000 pesetas, lo que significa un aumento de 30.000 pesetas.
Los vehículos susceptibles de ser sancionados serán los que superen en las mediciones los índices e intensidad mayores de 68 decibelios (dB).
Según se especifica en el BOP, dichas cuantías de las sanciones “se graduarán teniendo en cuenta la gravedad del daño realizado, la intencionalidad, reincidencia y demás circunstancias que concurran”.
En este sentido, se detalla que se entenderá que concurre la circunstancia de reincidencia cuando el mismo sujeto y por los mismos hechos haya sido sancionado por una infracción de esta ordenanza en el plazo de doce meses anteriores.
Las multas, hasta un 330% más elevadas.
CáDIZ. J.C.F.
Las multas por contaminación acústica que comienzan desde ahora a ser efectivas serán incrementadas en porcentajes que van desde el 33 al 330 por ciento, dependiendo la subida de la naturaleza del vehículo. Unas sencillas operaciones aritméticas realizadas con los guarismos de las nuevas sanciones arrojan estas conclusiones. Desde el equipo de Gobierno del PP, el nuevo cuadro de multas ha sido estipulado después de las campañas y los planes llevados a cabo para concienciar a los usuarios de vehículos de la necesidad de controlar los ruidos generados, sin que los resultados finales hayan sido los que se esperaban.
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