• Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Noticias
  • Tiempo de lectura:4 minutos de lectura

«Se ha oído una explosión en la calle seguida de una pequeña traca antes de que se fuera la luz de todo el edificio», explicaba un vecino del número 4 de la calle Las Eras. Acto seguido, los testigos vieron una columna de humo saliendo de una arqueta situada a los pies del inmueble, frente al parque de Bomberos. Para entonces, eran las 15.23 horas de ayer, en el habitáculo interior del pozo que alberga un centro de transformación de Iberdrola cuatro obreros se debatían entre la vida y la muerte. Dos lograron salir entre las llamas y los otros dos fallecieron víctimas del fuego y el humo tóxico del plástico quemado.

Los operarios -tres empleados de Elecnor, una subcontrata, y uno de Iberdrola- realizaban «labores rutinarias de mantenimiento» en el centro subterráneo de transformación cuando se produjo la deflagración previa al incendio, según informaron fuentes de la compañía eléctrica. Otras fuentes, tantos sindicales como policiales, apuntaron que los trabajadores estaban realizando tareas de albañilería en el interior de la estancia de apenas diez metros cuadrados -en el exterior había cemento y ladrillos- en el momento de los hechos e, incluso, los vecinos corroboraron que «llevaban unos días» con estas labores.

Sea como fuere, el zulo que alberga un transformador se convirtió en una trampa mortal para el vallisoletano de 60 años Julián Calleja, de Nava del Rey, y para su compañero de Elecnor Andrés Hernández, zamorano de 63 años. Ambos eran «obreros muy experimentados», aclaró su empresa, aunque poco pudieron hacer para intentar alcanzar la escalerilla que condujo a la salvación al trabajador de la empresa Elecnor Luis Castillo, de 48 años, y al de Iberdrola, cuyo nombre responde a las iniciales L. L. G., de 58.

Nada más producirse la deflagración y la posterior «cadena de bombazos», salieron del parque de Bomberos de Las Eras, situado a diez metros del lugar del siniestro, decenas de efectivos del Cuerpo para intentar rescatar a las víctimas. Los supervivientes consiguieron salir por su propio pie. «Estaban chamuscados y les atendimos como pudimos hasta que llegaron las ambulancias» que les trasladaron con heridas graves al Río Hortega, relatan los testigos.

Mientras los operarios más jóvenes recibían las primeras atenciones, los efectivos del Servicio de Extinción de Incendios se afanaban en inundar literalmente de espuma el hueco de la arqueta para sofocar las llamas del habitáculo inferior. Segundos después descendían al pozo algunos bomberos equipados con equipos de respiración autónoma para encontrarse con la desoladora imagen de los dos operarios carbonizados.

Las primeras hipótesis policiales, a la espera de que los miembros de la Brigada Científica accedan hoy al centro subterráneo de transformación, apuntan a que se produjo un cortocircuito seguido de un arco voltaico que atrapó a los fallecidos antes de que el transformador que da servicio directo al barrio de la Victoria comenzara a arder y la consiguiente nube de humo tóxica hiciera el resto.

Los bomberos que descendieron a los infiernos solo pudieron sacar los cuerpos sin vida de los experimentados trabajadores, cuya muerte certificaron ya en el exterior los sanitarios antes de que una comisión judicial del Juzgado de Instrucción número 2 ordenara el levantamiento de los cuerpos. Un furgón de Nevasa trasladó los cadáveres al Instituto de Medicina Legal, donde está previsto que les practiquen la correspondiente autopsia a primera hora de la mañana de hoy.

La espuma que cubría la calle y el precinto de los Bomberos en torno a la arqueta ubicada bajo la terraza exterior de los bajos del inmueble del número 4 de Las Eras, en Huerta del Rey, eran el único signo externo a las cinco y media de la tarde de la tragedia ocurrida una horas antes.

El resultado del examen forense será determinante hoy para aclarar si fallecieron fruto de una descarga eléctrica inicial o por la asfixia causada después por la falta de oxígeno fruto del incendio que siguió a la explosión. La deflagración es el único hecho cierto que todas las fuentes consultadas coinciden en señalar que ocurrió.

Fuentes de Iberdrola, que prefirieron esperar al término de las investigaciones antes de aventurar las causas, lamentaron «profundamente» la muerte de los trabajadores y garantizaron que la empresa Elecnor «es más que solvente y cuenta con más de treinta años de experiencia, por lo que tiene toda nuestra confianza».

0 0 votos
Valoración

El Norte de Castilla

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

Suscribirme
Notificar de
guest
:arrow: 
:D 
:? 
8-) 
:cry: 
:shock: 
:evil: 
:!: 
:geek: 
:idea: 
:lol: 
:x 
:mrgreen: 
:| 
:?: 
:P 
:oops: 
:roll: 
:( 
:) 
:o 
:twisted: 
:ugeek: 
;) 
 
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios