Un dueño de un taller de la Pobla de Vallbona deberá pasar un año y ocho meses en prisión y pagar una indemnización de 253.600 euros por ordenar que un joven trabajador de 17 años sin experiencia ni contrato manipulara una maquina peligrosa, a raíz de lo cual se le tuvieron que amputar los dedos de las manos.
La sección primera de la Audiencia de Valencia ha estimado el recurso que interpuso el Ministerio Fiscal contra la sentencia del Juzgado de lo Penal nº10 de Valencia que contemplaba prisión para el empresario por un delito de lesiones y contra el derecho de los trabajadores pero sin estipular indemnizaciones.
Los hechos ocurrieron el 21 de octubre de 1998, cuando Julio M. M. ordenó al joven-que trabajaba allí en calidad de peón desde hacía sólo 4 días y sin cualificación ni formación- que realizara unos trabajos en una máquina plegadora de chapa que, según el fallo, «carecía de la protección para evitar que quedaran aprisionadas partes del cuerpo».
Como consecuencia de ello, al realizar una de las operaciones «y debido tanto a su falta de experiencia como a la carencia de medidas de protección» sufrió el aplastamiento de las manos y la amputación de sus dedos. En el momento del accidente, el joven no se encontraba dado de alta en la Seguridad Social ni había firmado el contrato. En su fallo, el tribunal afirma que en los hechos evidencian un «abuso de situación de necesidad» ya que se el dueño del taller se habría valido «de la incapacidad negocial ligada a la inexperiencia de la corta edad» y «aprovechando la competitividad que existe en la búsqueda de determinados trabajos».
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