El 11,4% de los trabajadores españoles soporta acoso moral por parte de sus compañeros, según un estudio realizado por la Universidad de Alcalá de Henares. Esta cifra, sumada al cada vez mayor número de denuncias presentadas por acoso sexual, es motivo suficiente para que el sindicato UGT exija a los poderes públicos que lleven a cabo las reformas legislativas necesarias para salvaguardar los derechos del trabajador en el puesto de trabajo.
Según la central sindical, las «enormes» deficiencias que tiene la legislación laboral española «en materia de protección de los derechos fundamentales» deberían ser subsanadas por el aparato legislativo del Estado pero, «por desgracia», determinadas conductas siguen sin ser atajadas.
El acoso moral es una práctica laboral cada vez más extendida en los países desarrollados. Son actos repetidos y degradantes para la dignidad o atentatorios a la salud física y moral de los trabajadores, que conciernen a todas las categorías.
Francia ha sido el primer país que ha puesto los medios necesarios para penalizar está práctica laboral que según un estudio de la psiquiatra Marie France Hirigoyen, afecta a un tercio de los trabajadores.
Los diputados de la Asamblea francesa adoptaron en mayo una definición amplia que insiste en el carácter repetitivo de las actuaciones en el caso de acoso moral. Su objeto consiste en una degradación de las condiciones laborales susceptible de atentar contra los derechos o la dignidad del trabajador, alterar su salud física o mental o comprometer su futuro profesional.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
