La consejera de Trabajo, María Luz Rodríguez, se presentó ayer en las Cortes Regionales para reafirmar su compromiso en la lucha por el desempleo y en la atención a los parados.
Dijo que será su “objetivo prioritario”, pero a la vez afirmó que “la lucha contra el desempleo no puede entorpecer la lucha por la calidad y la estabilidad”.
Otros retos que mencionó “a medio plazo” son la conciliación laboral, el fomento de la igualdad entre hombres y mujeres o el desarrollo del empleo en el entorno rural.
Rodríguez hizo balance ayer de “un año marcado por grandes acuerdos en materia de diálogo social”.
La asignatura pendiente de su cartera viene marcada por la “asignatura excepcional de la crisis económica” y se cifra en los datos de paro. “Ha sido un año de lucha contra el desempleo”, confirmó.
Entre las armas que ha utilizado para combatirlo destacó sobre todo la formación. Al respecto, recordó que hay 36.000 personas formándose, con alrededor de 1.600 haciéndolo “de forma muy especializada”, en países como Estados Unidos, Alemania, Francia o Dinamarca y centrándose en áreas estratégicas para la región, como la aeronáutica, la logística, las energías renovables o las nuevas tecnologías.
La consejera señaló además que hay 2.200 personas desempleadas que están en una escuela taller y que en su mayoría se trata de “mujeres de cierta edad”. Rodríguez habló de la “revolución silenciosa” que están emprendiendo las mujeres del mundo rural.
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