Un tercio de los fallecidos en accidentes laborales en la provincia de Alicante son inmigrantes, un colectivo cuya mayor parte de sus integrantes trabaja en actividades de riesgo, aseguraron hoy los profesores universitarios Elena Ronda y José María Roel.
A juicio de ambos especialistas en Prevención Laboral de la Universidad de Alicante (UA), la ocupación laboral de este colectivo en puestos de trabajo que registran mayores niveles de siniestralidad y las deficiencias en las condiciones de seguridad que se detectan en algunos casos son algunas de las razones que generan esta tasa de mortalidad laboral.
En rueda de prensa, Ronda y Roel, que participaron como ponentes en el seminario “Nuevas dimensiones en salud laboral” de la UA, coincidieron en que “sólo la investigación académica permite conocer los datos reales de la siniestralidad, pues las estadísticas oficiales no contabilizan la nacionalidad de los accidentados”.
En líneas generales, ambos afirmaron que, aunque “la tasa de enfermedades profesionales en la Comunidad Valenciana se ha multiplicado por cuatro entre 1995 y 2002″, ésta es cinco veces inferior a la media nacional”.
Explicaron que este aumento, que “no significa que la situación haya empeorado”, según matizaron, viene dado por el hecho de que “cada vez se declaran y salen a la luz más patologías relacionadas con la actividad laboral”.
En este sentido, Roel dijo que la nueva Ley de Prevención de Riesgos Laborales facilita “que se declaren más enfermedades”.
Ronda señaló que la incorporación masiva de las mujeres al trabajo “es uno de los cambios más relevantes” en materia laboral y dijo que “en los últimos años se ha producido un incremento muy importante de la tasa de enfermedades profesionales en trabajadoras, superando en proporción a la de los hombres”.
En la Comunidad Valenciana, un 75% de los casos de enfermedades profesionales que afectan a las mujeres son afecciones óseo-musculares y de la columna vertebral, provocadas por la manipulación de productos en el sector del calzado, la confección o el sector servicios.
Respecto a las enfermedades de carácter psicológico y social en el ámbito laboral, entre las que se encuentran el mobbing (acoso en el trabajo), los especialistas explicaron que “no están contempladas en la lista europea de enfermedades profesionales y, por tanto, no están reconocidas por la Seguridad Social”.
“La única vía para que a un trabajador se le reconozca este tipo de patologías no contempladas en la Seguridad Social es la judicial, por lo que generalmente sólo los profesionales con un alto nivel de cualificación suelen recurrirlas”.
Ambos especialistas abogaron por acentuar las medidas preventivas porque “las enfermedades laborales son cada vez más graves y originan un mayor número de incapacidades profesionales”.
En este sentido, Roel calificó de “retraso histórico” la ausencia en la Comunidad Valenciana de un organismo propio que se ocupe de la prevención de riesgos laborales.
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