En Almería, serán tres los técnicos encargados de apoyar la función de control del cumplimiento de las obligaciones preventivas de las empresas que tiene la Inspección Laboral, que en la provincia cuenta con 10 inspectores y 14 subinspectores.
Las actuaciones de ambos colectivos serán complementarias: los funcionarios de la Junta se dedicarán a evaluar aquellos sectores y empresas en las que la Inspección de Trabajo no tenga programada una especial presencia. Las empresas serán seleccionadas en función de su tamaño, nivel de riesgos, índices de siniestralidad y número de accidentes leves ocurridos en los dos últimos años.
Así, en Almería estos tres técnicos deberán realizar, según lo previsto en coordinación con la Inspección de Trabajo, 240 visitas durante este año que se centrarán en las condiciones materiales de los sectores relacionados con el cultivo bajo plásticos (invernaderos e industria auxiliar agrícola), las carpinterías de metal y madera, la construcción de barcos, el mármol, el transporte y el manipulado de frutas y hortalizas.
El delegado de Empleo, Clemente García Valera, ha valorado de manera muy positiva este refuerzo de las inspecciones en materia de seguridad laboral, “sobre todo en un sector como el agrícola en el que se ha registrado un incremento del número de accidentes en el primer trimestre de este año y en el transporte, ya que la mitad de los accidentes laborales mortales del año pasado ocurrieron en la carretera”.
Los técnicos de la Junta podrán, al igual que los inspectores, entrar libremente y sin previo aviso en empresas y centros de trabajo y hacerse acompañar si así lo estiman oportuno de peritos y técnicos. Tendrá capacidad para practicar comprobaciones, exámenes, mediciones y pruebas y recabar información adicional o documental, así como exigir la comparecencia del empresario, sus representantes y encargados y de los trabajadores o de sus representantes.
También podrán examinar el centro de trabajo y la documentación, memorias e informes técnicos relacionados con las condiciones materiales y de seguridad, así como lo relativo a la organización preventiva, además de sacar muestras de sustancias, agentes y materiales, realizar mediciones, obtener fotografías, vídeos e imágenes y levantar croquis y planos.
Los técnicos habilitados tendrán capacidad, asimismo, para realizar requerimientos a los empresarios con el fin de que subsanen las deficiencias observadas. Si hay un riesgo grave e inminente pero el empresario, tras ser apercibido, no actúa inmediatamente, los funcionarios autonómicos deberán avisar a la Inspección de Trabajo para que adopte medidas, como la paralización del centro de trabajo.
Los informes de los técnicos habilitados darán lugar a actas de infracción que serán extendidas por la Inspección de Trabajo, si resulta procedente. Además, podrán informar, como observaciones, de otros hechos que afecten a la prevención de riesgos laborales que no estén incluidos en sus funciones comprobatorias iniciales.
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