La hiperhidrosis, una patología que provoca sudoración excesiva enalgunas zonas del cuerpo como las manos, los pies o las axilas, puedellegar a cambiar el estado de ánimo e incapacitar laboralmente alafectado, según aseguró a Europa Press el dermatólogo del HospitalClínic de Barcelona y profesor de la Facultad de Medicina de laUniversitat de Barcelona (UB), Ramon Grimalt.
Esta alteración, de la que se desconocen las causas, afectaactualmente al 1 por ciento de españoles y según Grimalt, “estácomprobado que su prevalencia es mayor en países de Oriente y enBrasil”. “Probablemente las causas se deban a la raza de lapoblación”, puntualizó. No obstante, recordó que existen enfermedadesneurológicas y tumorales que también producen una sudoraciónexcesiva.
El especialista indicó que la hiperhidrosis afecta a todo tipo depoblación, aunque “los pacientes que suelen acudir a los consultoriossí que se pueden estratificar”. Se trata de jóvenes de entre 18 y 25años, el 80 por ciento de los cuales son mujeres que, en ocasiones,”se ven incapacitadas para buscar trabajo o pareja”, indicó.
Según Grimalt, el simple hecho de sudar “les provoca nerviosismo”,con lo cual “aumenta también su sudoración”. Esta situación,denominada ‘doble círculo’, “disminuye con la edad” ya que “latolerancia al problema se supera y también se controlan los nervios”,señaló.
La sudoración excesiva de las manos pueden incapacitarlaboralmente a personas dedicadas a profesiones que impliquenrealizar manualidades o manipulaciones específicas. Grimalt explicóel caso de un músico profesional que visitó su consultorio porque “elsudor de las manos le impedía tocar la flauta”.
RECHAZO SOCIAL
Asimismo, suele provocar rechazo social, en ocasiones, por el mismoestado anímico del paciente, “que si ya es tímido por naturaleza nose atreve a mantener relaciones con otra persona por el miedo a sudaren exceso”, señaló este especialista.
Ante esta situación, Grimalt insistió en la importancia de que eldermatólogo tenga en cuenta los factores psicológicos al tratar unpaciente que presente estos síntomas, lo que se denomina’psicodermatología’. “Debemos analizar el estado de ánimo del enfermoal mismo tiempo que tratamos su problema físico”, puntualizó.
Con la llegada del verano, los afectados de hiperhidrosis “lotoleran peor” porque su patología se suma a los sudores habitualesque provoca el aumento de las temperaturas ambientales. “Para estaspersonas entrar en el metro en pleno mes de agosto puede llegar a serun drama”, indicó.
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