Un total de 22 personas fallecieron en Castilla-La Mancha durante su jornada laboral y de camino al trabajo entre enero y mayo de este año, mientras que 255 sufrieron heridas graves y otras 15.602 de carácter leve.
Según los Resumenes Estadísticos de Siniestralidad Laboral que elabora mensualmente el Gobierno central, en total se produjeron en estos meses 28.156 accidentes laborales, de los que 15.879 conllevaron una baja –15.169 en el trabajo y 710 ‘in itinere’–, y 12.277 sin baja laboral.
De los 22 fallecidos que se registraron en nuestra comunidad autónoma, 17 perdieron la vida mientras estaban trabajando y cinco de ellos cuando se dirigían a su lugar de trabajo, mientras que de los 255 heridos graves, 223 lo fueron mientras realizaban sus labores profesionales y 32 en el traslado hacia su puesto de trabajo. Respecto a los 15.602 leves, 14.929 sufrieron el percance en su lugar de trabajo y 673 de camino.
El pasado año se produjeron un total de 64.343 accidentes laborales en Castilla-La Mancha, 37.342 con baja y 27.001 sin ella, en los que perdieron la vida 59 personas, 610 fueron heridos de gravedad y 36.673 de carácter leve.
Desde 1996 la siniestralidad laboral ha ido en aumento en la Comunidad Autónoma, ya que en este año se registraron 38.642 accidentes y en 2000 un total de 64.343. No obstante, los siniestros con resultado de una muerte han descendido, de los 61 fallecidos en 1996 a los 59 de 2000. Según los últimos datos facilitados correspondientes al primer semestre del año 2001, el número de accidentes mortales en Castilla-La Mancha disminuyó un 11%, gracias fundamentalmente al plan de choque contra las empresas con mayors siniestralidad laboral, puesto en marcha en abril del pasado año por el Gobierno regional. Según dicho plan, los accidentes en el ámbito laboral se redujeron en el primer semestre de 2001 al 4,7%, frente al 18% que se registró en el mismo periodo del 2000.
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