El primer accidente laboral de carácter mortal que se ha registrado en la provincia en el recién estrenado año acabó con la vida de un obrero de la construcción, Casto Rodríguez Cotillas, en la tarde del pasado martes, cuando el fallecido se encontraba trabajando en las obras de la futura Facultad de Medicina. Comisiones Obreras ha anunciado que se personará como parte en el procedimiento judicial que se ha abierto para investigar las causas del siniestro, y ha iniciado conversaciones con UGT para la convocatoria de medidas de protesta contra la siniestralidad laboral.
Comisiones Obreras se personará en el procedimiento judicial de oficio que se ha abierto tras la muerte, en la tarde del pasado martes, de un trabajador de la construcción en Albacete.
Los hechos tuvieron lugar sobre las cuatro de la tarde del martes, cuando Casto Rodríguez Cotillas, de 55 años, se encontraba trabajando para una subcontrata de la empresa Necso, adjudicataria de las obras de construcción de la futura Facultad de Medicina.
Por causas que todavía se desconocen, el trabajador cayó al suelo desde una altura de un tercer piso, y a pesar de que fue trasladado al Hospital General Universitario de Albacete, nada se pudo hacer para salvar su vida y falleció a las siete de la tarde. La Inspección de Trabajo también se personó en la mañana de ayer en el lugar de los hechos para iniciar una investigación.
Además de personarse como sindicato en el procedimiento, Comisiones Obreras ha iniciado contactos con la Unión General de Trabajadores para iniciar acciones de protesta por este suceso en los próximos días, y exigir un cumplimiento «escrupuloso» de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
El secretario provincial de Comisiones Obreras, José Francisco del Campo, transmitió las condolencias del sindicato a la familia del fallecido, así como la «rabia» por lo que ha supuesto el segundo accidente laboral con resultado de muerte en Castilla-La Mancha en lo que va de año. Del Campo insistió una vez más en que «no tiene sentido que un trabajador que intenta ganarse la vida acabe perdiéndola», por lo que exigió a las empresas no sólo el máximo de inversiones en materia de seguridad sino también un compromiso firme en la puesta en práctica de la «cultura de la prevención», con las acciones formativas pertinentes que la misma conlleva.
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