Los riesgos físicos y mentales que corren a lo largo de su vida laboral los profesionales -y, en especial, las mujeres- que se dedican al sector sanitario y trabajan en turno de noche son superiores a los del resto de la plantilla. Así lo ha denunciado a la coordinadora de Salud Laboral del Sindicato Médico de Córdoba (Simec), Pilar Bartolomé, al analizar la situación que viven tanto médicos como enfermeras y auxiliares.
La responsable sindical lamentó que “no se pongan todas las medidas adecuadas” para que los sanitarios puedan afrontar situaciones de riesgo que acarrean “problemas físicos, mentales y en el ámbito familiar”. Para la dirigente del Simec, la respuesta que reciben estos empleados por parte de la Administración pública “no está acorde con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales”.
La probabilidad de padecer un cáncer de mama se incrementa en un 48% cuando la empleada trabaja en horario nocturno. Lo mismo ocurre en los tumores de colon, rectal, de endometrio y linfoma no Hodgkin. A todo ello se le suma además que el desgaste psíquico lo sufre el 60% de los especialistas de Atención Primaria, un ámbito en el que es mayoritaria la presencia de mujeres. Éstos son algunos de los datos que ofreció la representante del Simec -tomando como referencia estudios previos- para poner de manifiesto los citados riesgos que corren las sanitarias.
Pero también existen situaciones sociales y familiares que suelen sufrir personas que trabajan en horario nocturno. Se refirió en este sentido a un informe elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) donde se advierte que “cada 15 años de trabajo nocturno se produce un envejecimiento de alrededor de cinco años y se divorcian tres veces más que el resto de sus compañeros”. En estos casos, puntualizó la responsable del Simec en materia de Salud Laboral, quienes trabajan de noche “tienen un 40% más de posibilidades de padecer trastornos neuropsicológicos, digestivos y cardiovasculares”.
Aunque estos problemas alcanzan tanto a hombres como mujeres, Bartolomé consideró que la acción “directa” de los turnos de noche “lleva aparejadas para la mujer perturbaciones en los ciclos y duración de la menstruación, infertilidad, abortos, partos prematuros y problemas en los recién nacidos”. Los problemas derivados de los turnos de noche son, en cualquier caso, muy diversos y especialmente afectan a las profesionales de la Sanidad.
Bartolomé aludió asimismo a otros factores a los que se exponen tanto médicos como enfermeras y auxiliadores durante su jornada de trabajo. Se detuvo en el capítulo de agresiones -verbales y físicas-, así como en la “dificultad” para conciliar la vida familiar y la laboral por parte de las mujeres que tienen hijos a su cargo. El exceso de pacientes en las consultas, sobre todo en Atención Primaria, fue otro de los aspectos a los que se refirió la responsable del Simec en Salud Laboral, que criticó que la plantilla “no está dimensionada como debiera”.
La representante sindical reclamó asimismo la construcción de escuelas infantiles en los centros sanitarios de la provincia. En la actualidad Córdoba sólo cuenta con una en el Hospital Reina Sofía, pero el Simec exige un esfuerzo al Servicio Andaluz de Salud (SAS) en este sentido.
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