La explosión que acabó con la vida de un obrero e hirió a otros cuatro en la planta de tratamiento de residuos de baja actividad de Marcoule (Francia) se produjo tras un fallo en uno de los hornos que fundían material metálico, según las primeras investigaciones del Fiscal de Nîmes que publica el diario Le Provence.
El horno había sufrido varias averías en las semanas anteriores y la empresa que gestiona la planta, lo había vuelto a poner en marcha el día del suceso. Según el fiscal, la fusión del metal que debía producirse no se hizo, lo que llevo al trabajador a intervenir. Segundos después ocurrió la explosión que puso en alerta a toda Francia, el país más nuclearizado de Europa. En esto momentos, no existen elementos para afirmar si se pueden atribuir responsabilidades, dijo el fiscal.
El cuerpo del obrero fallecido continuaba en el lugar del accidente, donde las elevadas temperaturas dificultaban el rescate del cadáver.
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