Con la ayuda de la financiación de la Unión Europea, se ha llevado a cabo recientemente una investigación sobre los efectos de la exposición a las nanopartículas más comúnmente utilizadas. Los resultados se están organizando y analizando con el fin de generar una base sobre la cual regular esta exposición, lo cual podría evitar posibles problemas relacionados con la salud, principalmente en el lugar de trabajo.
La nanotecnología se está extendiendo a una velocidad de vértigo en todos los campos de la industria a los cuales aporta soluciones innovadoras. No obstante, debido a su tamaño, entre 1 y 100 nanómetros (nm), las nanopartículas son capaces de atravesar las membranas celulares e introducirse en las células. Además, debido a su valor elevado de relación entre superficie y volumen pueden asumir el papel de catalizadores.
Los efectos de las nanopartículas sobre la salud son muy poco conocidos, y por este motivo el proyecto Nanosh («Efectos inflamatorios y genotóxicos de los nanomateriales») se centró en estudiar los efectos de la exposición a ellas en el trabajo, una de las principales áreas de preocupación. Entre los efectos sobre la salud estudiados se encuentran las alteraciones genéticas perjudiciales, la inflamación pulmonar y los efectos sobre el sistema vascular.
Los investigadores del proyecto Nanosh desarrollaron modelos para caracterizar las nanopartículas, elemento importante para realizar la investigación y registrar los resultados. Toda la gama de partículas estudiada es de uso común, e incluye nanotubos de carbono, fullerenos, partículas metálicas, partículas de óxidos metálicos y puntos cuánticos. Varios de ellos se han seleccionado en consecuencia para incluirlos en la base de datos europea Nano Atlas.
Se desarrolló una estrategia para valorar el alcance de la exposición a las nanopartículas junto con una lógica de toma de decisiones para determinar si es probable que un trabajador esté expuesto a nanocontaminantes ambientales (ENP). El proyecto Nanosh también construyó una base de datos de acceso abierto específica para datos relativos al lugar de trabajo.
Los ensayos de genotoxicidad pusieron de manifiesto que el dióxido de titanio provoca daños oxidativos en el ADN y que las células mesoteliales son más sensibles a las alteraciones en el ADN que las células epiteliales de los bronquios. Los ensayos de activación inmune realizados con cinco nanomateriales sugirieron que, en el caso de una exposición repetida de las vías aéreas a dióxido de titanio, se podía modular la inflamación y que ésta dependía del estado de las alergias en ratones.
Una conclusión esencial es que el nivel de inflamación de los pulmones también parece estar asociado a la naturaleza de la química superficial. Por consiguiente, los investigadores de Nanosh destacaron la importancia de evaluar los riesgos con el fin de incluir modificaciones en el recubrimiento exterior que parece afectar al destino de las nanopartículas así como su actividad biológica in vivo e in vitro.
La investigación de Nanosh ha contribuido a colocar los fundamentos de una evaluación fiable de la seguridad de las nanopartículas comunes en el lugar de trabajo. Garantizar la seguridad de las nanopartículas es un elemento esencial para promover y expandir con éxito el sector de la nanotecnología.
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