La Inspección de Trabajo en Alicante ordenó en la mañana del pasado miércoles paralizar las obras de desmantelamiento de la fábrica de Fibrocementos, en el término municipal de San Vicente del Raspeig, donde se origino el caso de la asbestosis por el contacto con amianto.
Según confirmó ayer el inspector Ángel Torres, se ha optado por la detención de los trabajos «para establecer nuevas condiciones de seguridad en la obra». Explicó que la inspección realizada el miércoles detectó deficiencias en el balizamiento y la señalización de las obras y, especialmente por la proximidad de unos cables de media tensión que afectaban a la seguridad de los trabajadores.
Desde la Inspección de Trabajo en Alicante se aseguró que la paralización del desmantelamiento de la fábrica no se debe, en ningún caso, a la aparición de deficiencias de seguridad relacionadas con el tratamiento del amianto. No obstante, las mismas fuentes aseguraron que «los planes especiales para el tratamiento de este producto se pueden mejorar, aunque la paralización de las obras no se debe a esta circunstancia».
Se desconoce la fecha de reinicio de los trabajos en Fibrocementos, pero la Inspección de Trabajo aseguró que no se retomarán las obras hasta que no se subsanen todas las deficiencias encontradas en el plan de seguridad.
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