La Rioja ha dado un nuevo paso en su lucha contra el tabaco, que la llevó a ser en 2006 la primera Comunidad autónoma española que comenzó a financiar determinados fármacos para el tratamiento del tabaquismo a los profesionales sanitarios, docentes y enfermos crónicos, en lo que implicó a distintos agentes económicos y sociales con un acuerdo interinstitucional.
Una primera experiencia para, a partir de este nuevo año, extender la medida a toda la sociedad, lo que la convierte también en la primera región española en asumir la financiación total de estos fármacos a la población en general. El consejero de Salud, José Ignacio Nieto, presentó ayer estos tratamientos farmacológicos para dejar de fumar que, de forma gratuita, se pondrán a disposición de los ciudadanos que lo precisen a través de los médicos de familia.
La Consejería estima que unos 2.000 riojanos podrán beneficiarse de esta iniciativa con la que se pretende «lograr una mayor efectividad en el proceso de abandono del tabaco en los fumadores riojanos», además de «reducir de forma significativa las actuales tasas de incapacidad, deterioro de la calidad de vida, morbilidad y mortalidad prematura derivadas del uso del tabaco en nuestra Comunidad», subrayó Nieto. El primer nivel asistencial para tratar a quienes deseen dejar ese hábito son los centros de Atención Primaria, donde los profesionales sanitarios ya trabajan en diferentes iniciativas de deshabituación tabáquica, que se suman ahora a la prescripción gratuita de fármacos eficaces en este objetivo. Según explicó el consejero, la valoración del uso de terapia farmacológica debe realizarse tras un diagnóstico del estatus del fumador y de su historia clínica personal, para poder adaptar a cada caso el tratamiento, ya que los fármacos tienen contraindicaciones y situaciones especiales de indicación que deben ser adecuadamente valoradas por el profesional médico.
La prescripción de estos fármacos para dejar de fumar forma parte de un programa reglado de atención al fumador y será requisito indispensable que el usuario esté incluido en él. Además, tiene que cumplir otros condicionantes: desear el abandono del hábito del tabaco y estar dispuesto a tomar los fármacos, fumar como mínimo entre diez y quince cigarrillos diarios, ser mayor de 18 años y no tener contraindicaciones. La nueva medida se une a otras puestas ya en marcha por el Gobierno riojano, con las que, de igual manera, busca proteger la salud de los riojanos, fomentar el abandono del tabaco y garantizar el derecho de los no fumadores a disponer de ambientes sin humo.
Algunas de ellas son un programa para dejar de fumar -a través de Internet- y una Unidad de Atención al Fumador, que, ubicada en el Hospital San Millán de Logroño, desarrolla diversos programas para dejar de fumar, dirigidos a los trabajadores de la Sanidad.
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