Comisiones Obreras denuncia en un comunicado de prensa que “crece el número de trabajadores que prestan servicios en residencias de asistencia a personas dependientes y acuden al gabinete de salud laboral de CCOO Canarias aquejados de una dolencia, derivada del trabajo que realizan”.
“Las enfermedades, patologías o lesiones sufridas son consecuencia de la ayuda que prestan a las personas que precisan de una atención integral”, explica el sindicato para valorar la atención que ofrecen a los cuidadores: “Cubre las necesidades personales básicas, terapéuticas y socioculturales con objeto de mejorar su calidad de vida y potenciar su autonomía personal”
Los pacientes sufren un estado de dependencia, bien sea por discapacidad psíquica o por pérdida de autonomía y deterioro de sus capacidades, pudiendo ocasionar distintos daños a la salud de los trabajadores que los atienden”.
Comúnmente estos daños se manifiestan, en forma de contusiones por caídas al recibir empujones de los usuarios, daños cervicales por tirones y lesiones músculo-esqueléticas, causadas por la manipulación y movimientos repetitivos, así como daños psicológicos (estrés, inseguridad, ansiedad…).
Esta situación se complica “con los efectos del trabajo a turnos, la escasez de recursos humanos, las características de la organización y la necesidad de atender las exigencias, cada vez mayores, tanto de los enfermos como de sus familiares”, apostillan las fuentes.
Por último, pero no por ello menos importante, “hay que considerar, además, el riesgo de sufrir agresiones y actos de violencia por parte de los enfermos a los trabajadores que realizan su actividad en centros con discapacitados psíquicos”.
Una gran mayoría de las patologías que se producen y que originan una baja derivada de contingencias profesionales están relacionadas con las lesiones musculo-esqueléticas. Estas últimas se deben a las posturas forzadas que se adoptan, a la manipulación de los enfermos, así como a las agresiones que sufren. Dichas dolencias no siempre son reconocidas como enfermedades profesionales.
Las posturas forzadas, el empleo de técnicas de manipulación inadecuadas o equipos de trabajo en malas condiciones, además de la sobrecarga de trabajo por falta de personal, “son la causa del aumento en el número de alteraciones musculo-esqueléticas, causando graves problemas de salud a los trabajadores, siendo las mujeres las más perjudicadas”.
Según el sindicato, “las empresas eluden el problema con la justificación de la falta de recursos económicos. En cuanto a la escasez de personal, el problema radica en las ratios establecidas, no coincidente con los usuarios que se van incorporando al centro, circunstancia que afecta en mayor proporción a las residencias privadas”.
Desde CCOO Canarias “denunciamos la desprotección de los trabajadores del sector, a quienes se obliga a trabajar en condiciones inseguras; con insuficiencia de ayudas mecánicas o con equipos en mal estado, y realizar el trabajo en el menor tiempo posible para atender a todos los usuarios. Además, cuando se deben adaptar los puestos a los trabajadores afectados por limitaciones de salud, se hace sin tener en cuenta la sobrecarga de trabajo que ello supone para el resto de la plantilla”.
“Es necesaria la implicación de las instituciones públicas y de las empresas responsables de los servicios para que promuevan cambios en pro de la mejora de los centros, tanto públicos como privados. No se trata, por tanto, únicamente de mantener la calidad que se presta a los usuarios, que no deja de ser importante, sino que también se deben promover condiciones laborales seguras para todos los trabajadores del sector, que pierden la salud a cambio de proporcionar calidad de vida a las personas dependientes que atienden”.
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