La organización de la prevención de riesgos laborales en Asturias acumula un significativo retraso con respecto al conjunto de España, según refleja la I Encuesta de Salud Laboral y Condiciones de Trabajo, hecha por el Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales.
La prevención de los riesgos laborales en Asturias está más cerca de la situación que se vivía en España en 1997 que a la de 2003, lo que demuestra un retroceso en las políticas de prevención, según se deduce de la I Encuesta de Salud Laboral y Condiciones de Trabajo, del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales. Asimismo, en esta encuesta se matiza que, una vez implantada, la prevención se aplica en el Principado de forma más completa.
Sorprende el elevado número de entrevistados que declara que no hubo cambios tras la evaluación de su puesto de trabajo. Sólo un 17 por ciento confiesa variaciones en el trabajo, frente a un 63 por ciento a nivel nacional, registrándose diferencias no tan significativas, pero sí muy consistentes, en las restantes acciones posibles, como la modificación de equipos de protección (un 11, frente a un 33 por ciento) o formación (un 12, contra un 35 por ciento).
En cuanto a la organización de la prevención, otro dato significativo es que solamente un 35 por ciento de los centros de trabajo tienen un delegado de prevención, frente a un 57 por ciento del resto de España. Excepto en la minería, donde la presencia de delegados de prevención es casi absoluta, se encuentran valores como un 16 por ciento en comercio y hostelería o un 25 por ciento en el resto de los servicios y otras manufacturas. No obstante, los delegados parecen tener una formación adecuada en un 92 por ciento de los casos, un valor similar al nacional.
El tipo de recursos preventivos presenta una distribución muy similar a la nacional: un 73 por ciento de los centros de trabajo tienen contratado un servicio de prevención ajeno y tan sólo un 6 por ciento lo tiene propio, frente a un 10 por ciento a nivel nacional.
Por otro lado, en las especialidades preventivas despuntan las diferencias en medicina del trabajo: un 91 por ciento en Asturias y un 46 por ciento en el resto. La actividad preventiva más desarrollada es el reconocimiento médico (66 por ciento de los centros) y la evaluación de nivel de riesgos (55 por ciento).
Sobre el número de reconocimientos médicos, la tasa está en un 58 por ciento, algo inferior a la nacional (61 por ciento) y muy similar a la encontrada en la encuesta nacional de 1999. La valoración del reconocimiento, sin embargo, es mayor en Asturias que en el resto de España: un 73 por ciento de los encuestados reconoce su utilidad, cuando únicamente se registra un 58 por ciento en el resto del país.
En esta I Encuesta de Salud Laboral y Condiciones del Trabajo, elaborada a partir de más de 1.668 entrevistas a responsables de centros de trabajo y a 1.907 trabajadores, queda reflejada la idiosincrasia de las condiciones laborales asturianas: “Los datos nos indican puntos fuertes y débiles de nuestro sistema de protección laboral, mostrando las pautas a seguir en los próximos años”. Así, se confirma una menor percepción de riesgos laborales, una menor implantación de las políticas de prevención que en el resto de España y una percepción más optimista de las condiciones laborales. Minería y construcción son las actividades más arriesgadas, pero también las que tienen más avanzadas sus actividades preventivas.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
