• Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Noticias
  • Tiempo de lectura:3 minutos de lectura

El notario J.O.M., con 35 años de ejercicio profesional, negó haber ejercido acoso laboral –mobbing — a tres trabajadores, con una media de antigüedad en su empresa de diez años y que se encuentran en situación de baja laboral desde hace un año, durante la vista de la demanda celebrada ayer ante la titular del juzgado de lo Social 1 de Oviedo.

Los demandantes, representados por el abogado Aurelio Fanjul, le reclaman el pago de una indemnización conjunta de 180.300 euros a la que suman los daños morales cuya cuantía sería fijada en ejecución de sentencia. El abogado Pablo Díaz Matos, que ejercita la defensa del notario, pidió la desestimación de la demanda.

“Ni les llamé al despacho para reñirles, ni lo hice ante los clientes o los demás compañeros. Es incierto que les gritara y que diera portazos. Tampoco les dije a las mujeres que debían vestir de una manera determinada, ni que debían confraternizar con los clientes e ir con ellos de copas. Tampoco les sancioné, ni les amenacé con el despido o con que fueran al juzgado. Los problemas empezaron cuando dejaron de colaborar y empezaron con las desobediencias”, explicó el notario.

El 50% de la plantilla se dio de baja en tres años, una circunstancia que el notario atribuyó a la finalización de contrato o a su cese voluntario para cambiar a otras notarías ya que, según corroboró, él procuraba fichar a “los mejores profesionales”.

Algunos de los extrabajadores justificaron estas bajas en “sus malos modos y las malas condiciones laborales que hacían el ambiente insostenible”, como aseveró F.B. El testigo L.R. aseguró que trabajó con J.O. “cinco años, tres meses y cuatro días”, pero su buena relación sólo duró unos meses, ya que se deterioró cuando él le recriminó su forma de tratar a los trabajadores. Según su versión, varias empleadas acudieron a su despacho llorando por el presunto trato vejatorio. Los demandantes eran, en su opinión, “gente honrada, honesta y muy trabajadora, que echaban horas de forma habitual, con un esfuerzo brutal y una gran capacidad de sacrificio”.

Otras dos empleadas que siguen trabajando en la notaría, M.R. y M.J.L., ratificaron la versión del demandado y achacaron el mal ambiente laboral a los demandantes, que “nos insultaban, nos llamaban pelotas y chivatos y boicoteaban la actividad de la notaría, lo que provocaba las quejas de los clientes”.

0 0 votos
Valoración

La Voz de Asturias

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

Suscribirme
Notificar de
guest
:arrow: 
:D 
:? 
8-) 
:cry: 
:shock: 
:evil: 
:!: 
:geek: 
:idea: 
:lol: 
:x 
:mrgreen: 
:| 
:?: 
:P 
:oops: 
:roll: 
:( 
:) 
:o 
:twisted: 
:ugeek: 
;) 
 
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios