• Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Noticias
  • Tiempo de lectura:3 minutos de lectura

Más de 200.000 voluntarios, de los que algunos llevan mucho tiempo usando el teléfono móvil, serán sometidos a observación durante un mínimo de cinco años con motivo de una investigación sobre los efectos hipotéticos de esos aparatos en enfermedades como el cáncer, el Parkinson o el Alzheimer.

Según informa hoy el diario “The Times”, la realización del estudio obedece al temor de algunos de que el uso prolongado de los teléfonos móviles pudiera aumentar el riesgo de sufrir tumores cerebrales.

El estudio será dirigido por el profesor Larie Challis, experto en radiaciones de la telefonía móvil, que encabeza el programa de investigaciones sobre la salud y ese tipo de telecomunicaciones, financiado por el Gobierno de Londres.

El científico británico está negociando actualmente con el Ministerio de Sanidad y la industria de la telefonía móvil para que le ayuden a financiar el estudio, que costará casi 4.5 millones de euros.

En sus declaraciones a “The Times”, Challis señala que las investigaciones efectuadas hasta ahora indican que los móviles son muy seguros a corto plazo, pero que hay a la vez “indicios de algo” cuando se trata de un uso prolongado.

Un estudio europeo ha detectado una “ligera” relación entre el uso de teléfonos móviles durante más de diez años y el riesgo de desarrollar neuromas acústicos en el cerebro.

Challis explica que la posibilidad de desarrollar un tumor de ese tipo es en cualquier caso muy pequeña y podría tratarse de simple azar.

Con todo, el científico considera “necesario” el estudio porque todos los descubrimientos importantes sobre los factores causantes del cáncer indican que los efectos tardan a veces más de diez años en dejarse sentir.

“Uno no encuentra absolutamente nada durante diez años, pero de pronto todo parece precipitarse. Se multiplica por diez. Sólo hay que fijarse en lo que ocurrió tras las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Lo mismo ha ocurrido con el amianto”, advierte.

Challis justifica la importancia del estudio que va a llevar a cabo por la existencia de algún “indicio” y el hecho de que “epidemiólogos profesionales que me merecen toda la confianza creen que no puede descartarse totalmente esa posibilidad”.

“¿Qué vamos a hacer si no? Si dentro de diez o quince años, la gente empieza a tener problemas (por el uso prolongado del móvil) qué va a pasar?”, se pregunta el científico.

El profesor Challis, que proyecta un estudio por separado sobre el impacto del uso de los teléfonos móviles en los niños, no está de acuerdo con otros colegas que indican que no hay motivos para creer que los móviles no afectan por igual a niños y adultos.

“Todo el mundo sabe que un niño expuesto a las radiaciones solares tiene más posibilidades de desarrollar cáncer de piel que un adulto”, señaló.

“Sabemos que los niños reaccionan de modo distinto a las radiaciones ionizantes, a la radiactividad y a los rayos gamma. Son más sensibles a todo tipo de contaminantes”, agrega Challis.

Y advierte: “No sabemos tampoco si de igual modo reaccionan del mismo modo a las radiofrecuencias (de los móviles)”.

0 0 votos
Valoración

Diario de Mallorca

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

Suscribirme
Notificar de
guest
:arrow: 
:D 
:? 
8-) 
:cry: 
:shock: 
:evil: 
:!: 
:geek: 
:idea: 
:lol: 
:x 
:mrgreen: 
:| 
:?: 
:P 
:oops: 
:roll: 
:( 
:) 
:o 
:twisted: 
:ugeek: 
;) 
 
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios