La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha una campaña informativa para animar a las empresas a implantar políticas que permitan a sus trabajadores compaginar las actividades, profesionales, familiares y laborales así como a explicar los beneficios que tiene esta política no sólo para la vida de los empleados sino también para la competitividad de las propias empresas.
La campaña fue anunciada ayer por la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, en el acto de presentación en la sede de la patronal madrileña CEIM de la «Guía de Buenas Prácticas de la Empresa Flexible». Se trata de una publicación elaborada por la Comunidad en colaboración con el IESE y el apoyo de CEIM, Caja Madrid e IBM, estas dos últimas ganadoras de la «I Edición del Premio Madrid Empresa Flexible».
La Guía refleja la evolución de las políticas de flexibilidad, aplicadas en pymes y en multinacionales, muchas de ellas instaladas en la Comunidad de Madrid y ofrece y da a conocer las prácticas llevadas a cabo por esas empresas que han adaptado su cultura al nuevo escenario de conciliación de la vida laboral, personal y familiar. A la guía se puede acceder en www.empresaconciliacion.com.
En la presentación, tanto la presidenta de IBM, Amparo Moraleda, como el director general de medios de Caja Madrid, Ildefonso Sánchez, el presidente de CEIM, Gerardo Díaz Ferrán y la propia responsable del ejecutivo madrileño explicaron que en las empresas en las que existe esa flexibilidad para compaginar la vida laboral, personal y familiar mejora la motivación, moral y fidelidad de los empleados y mejora la productividad y competitividad.
La presidenta de la Comunidad defendió que empresas y sindicatos incluyan medidas para la conciliación de la vida laboral y familiar en la negociación colectiva. Aguirre puso de relieve que la aplicación de las «Buenas Prácticas» para la conciliación laboral y familiar repercute positivamente en los trabajadores porque aumenta su calidad de vida al reducirse el estrés, las bajas laborales y mejora de la autoestima creándose un mejor clima laboral. Y en las empresas porque ven cómo aumenta la motivación de sus empleados y el compromiso con el desarrollo y la productividad de la empresa. «Actualmente -añadió Aguirre- existen numerosos ejemplos que demuestran que el conflicto entre trabajo y familia tiene un coste negativo para la empresa y que, por el contrario, cuando existen políticas de conciliación el resultado es la mejora y cohesión de una plantilla de calidad».
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
