A.U.M., constructor de profesión, se declaró culpable de un delito contra los derechos de los trabajadores, y aceptó una pena de tres meses de prisión, multa de 900 euros e inhabilitación para su profesión por no cumplir las normas de seguridad que protegen la integridad de los trabajadores que tenía contratados. Se trata de una de las pocas condenas firmes dictadas en Jaén por delitos de riesgo en el trabajo, ya que en la obra que estaba ejecutando A.U.M. no se produjo accidente alguno ni nadie resultó herido.
A Antonio lo denunciaron hace ya casi cuatro años. Un inspector de Trabajo visitó la obra de la guardería municipal de Quesada, que él estaba ejecutando. El inspector, según recoge el escrito de acusación del Fiscal, apreció irregularidades graves sobre lo que contempla la ley de prevención de riesgos laborales: había albañiles trabajando en altura en una zona donde no había ni barandillas ni redes de seguridad. Además, apreció otras irregularidades menores de las que dejó constancia en su acta.
El Ministerio Fiscal reclamaba la pena mínima que se recoge en el Código Penal para los delitos contra los derechos de los trabajadores: seis meses de prisión. A.U.M. se mostró ayer ante el tribunal del Penal 2 de Jaén conforme con la descripción de los hechos que se hacía en el escrito de acusaciones, pero no con la pena que le pedían. El Fiscal la dejó en tres meses de cárcel, y Antonio aceptó. Máxime cuando el Ministerio Público no se opone a que se suspenda la pena o que se sustituya por una multa, tal y como solicitó su defensa.
Es una de las pocas sentencias firmes que se han dictado en Jaén por delitos de riesgo en el trabajo. El año pasado, S.S.L. gerente de una constructora, aceptó un año de prisión en un casi similar, sólo que a su obra del Bulevar fue la Inspección de Trabajo dos veces en 20 días y si a la primera detectó que no había medidas de seguridad a la segunda confirmó que no habían corregido las deficiencias.
También el año pasado la Audiencia (Sección Primera) absolvió a un empresario previamente condenado en un juzgado de lo Penal por otro delito de riesgo detectado en Los Villares, donde el Inspector de Trabajo vio a albañiles poniendo tejas a nueve metros de altura sin medidas de seguridad. La Audiencia estimó que la empresa suministró los equipos, y que los albañiles no los usaron porque no quisieron.
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