A través de una nota, el departamento de Industria advirtió del riesgo de este tipo de actuaciones, e instó a que, en esos casos, “se actúe con la mayor precaución recurriendo a los servicios técnicos de las empresas de mantenimiento”.
Esta advertencia se fundamenta en dos accidentes “de consideración”, explicó, que han tenido lugar recientemente en la capital guipuzcoana por caídas producidas al intentar desalojar el ascensor averiado sin recurrir a los servicios de mantenimiento.
El primero de los sucesos se produjo el 17 de noviembre cuando, tras quedar el elevador a 1,30 metros sobre el nivel del suelo de la planta baja, personal no cualificado abrió las puertas con la llave de emergencia, y la persona encerrada intentó salir y cayó al foso situado a unos 6 metros de profundidad.
El otro accidente tuvo lugar el 25 de Diciembre. En esta ocasión el ascensor también se detuvo por encima del nivel de la segunda planta, y las personas atrapadas lograron forzar y abrir las puertas de la cabina y del piso.
Las dos personas encerradas intentaron salir por sus propios medios, pero una de ellas se cayó al foso situado a unos 7,5 metros, resultando herida de consideración.
A juicio del Ejecutivo Autónomo, “ambos accidentes fueron consecuencia de imprudencias de las personas encerradas al exponerse a una caída por no esperar a la llegada de los servicios de rescate”, por lo que reiteró que “es preferible esperar la llegada del servicio de mantenimiento o, incluso, de los bomberos que exponerse a un rescate efectuado por personas sin la debida preparación”.
Además, aseguró que “actualmente, con la instalación de puertas en cabina, sólo existe la posibilidad de que las personas queden encerradas sin ningún riesgo de accidente, aunque pueden presentarse síntomas de ansiedad o claustrofobia”.
Durante el año 2000 se produjeron dos accidentes mortales en Bilbao y en Eibar por una indebida utilización de las llaves del ascensor.
El Departamento de Industria, Comercio y Turismo, aprobó el pasado mes de abril una Orden que regula la utilización de las llaves de los ascensores, y que prohíbe su tenencia y utilización por los vecinos.
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