Las mujeres con jornadas de trabajo prolongadas son más proclives a incurrir en comportamientos poco saludables como picotear, fumar y consumir cafeína. Este es el hallazgo de un estudio, auspiciado por el Consejo de Investigación Económica y Social de Reino Unido, que ha demostrado que hombres y mujeres responden de forma muy diferente a la carga laboral. Los horarios de trabajo prolongados no tienen un impacto negativo sobre este tipo de conductas en los varones, pero se ha comprobada que las mujeres que permanecen muchas horas en su puesto laboral comen más grasas y dulces, hacen menos ejercicio, consumen más cafeína y si fuman, lo hacen en mayor medida, que sus colegas del sexo masculino. La investigación forma parte de un amplio estudio que analiza la influencia del estrés sobre los hábitos alimentarios. Así, se ha comprobado que los estados de ansiedad favorecen cambios en la alimentación y se asocian a conductas poco sanas. Sin embargo, los autores han detectado un efecto positivo: los que más trabajan beben menos alcohol. El estrés mental favorece en mayor medida que el físico la tendencia a picotear.
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