El tráfico es la tortura a la que se enfrentan cada día miles de trabajadores mucho antes, incluso, de llegar a la oficina. Según un estudio de una empresa de empleo por Internet, la mitad de los españoles dedica media hora para ir a su puesto de trabajo. Echen cuentas, porque al final del año eso se traduce en 6 días sólo para acudir a trabajar.
Si para algunos trabajar es una lata, el suplicio se duplica cuando la oficina se encuentra al otro lado de la ciudad. Según un informe realizado por un conocido portal de empleo pocos viven al lado del trabajo, la mayoría tiene una tiradita hasta de llegar.
Otro 24 por ciento de encuestados tardan 40 minutos y el 15 por ciento supera los 60.
Las consecuencias: madrugones, atascos y largas esperas que se traducen en estrés antes de comenzar a trabajar. En el caso de los empresarios las distancias hasta el trabajo suponen pequeños retrasos incontrolables.
Si sirve de consuelo España está dentro de la media en Europa. Los trabajadores que peor lo tienen son los irlandeses y holandeses: 2 de cada 10 superan la hora de casa al trabajo.
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