Pasaron de 28 fallecidos a 37, según un informe elaborado por UGT. El incremento es muy superior al registrado por los accidentes de trabajo mortales en general, que se quedó en el 4,3% al sumar 437 vidas sesgadas, 18 más que de enero a junio del pasado ejercicio.
En los meses señalados de 2007, el metal contaba con 1.112.600 asalariados, ocupación que en el periodo de 2008 bajó a 1.094.800 personas. Las 37 muertes acumuladas en junio no sólo sobrepasaron la tragedia de 2007, también superaron el registro de 2006, situado en 34 víctimas.
La federación del Metal, Construcción y Afines (MCA) del sindicato socialista advierte de que muchos empresarios, con la escusa de la crisis, han reducido la inversión en las medidas preventivas destinadas a evitar los peligros que planean sobre los trabajadores. En consecuencia, reclama a las Administraciones Públicas “velar por el cumplimiento de la ley”.
Para MCA, resulta inexplicable que, en un momento en el que la destrucción de empleo es un hecho, las muertes laborales aumenten.
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